Madagascar

La misión Copernicus Sentinel-3 nos lleva a Madagascar. Esta enorme nación insular, ubicada frente a la costa este de África y vista a la izquierda de la imagen, tiene una población de alrededor de 25 millones. Más de la mitad de los habitantes del país tienen menos de 25 años. La isla también alberga una flora y fauna raras, ya que ha desarrollado sus propios ecosistemas y vida silvestre desde que se separó del continente africano hace unos 160 millones de años.


Preservar su impresionante biodiversidad es un desafío continuo para el país. Con una superficie de casi 600 000 kilómetros cuadrados, Madagascar es la cuarta isla más grande del mundo. Aquí se pueden encontrar algunos de los sistemas de arrecifes de coral más extensos del mundo, enormes áreas de manglares y una gran variedad de aves, lémures y muchas otras especies. La deforestación representa una seria amenaza para los hábitats de la isla, y el comercio ilegal de vida silvestre representa un desafío adicional.

En esta imagen de color verdadero del instrumento de color de la tierra y el océano de Copernicus Sentinel-3, podemos ver sedimentos en el agua a lo largo de la costa. La isla aparece en verde en la costa este, donde los vientos alisios predominantes traen nubes y hasta 3.5 m de lluvia por año a la costa baja.

Las tierras altas y la costa central y occidental aparecen en marrón y son mucho más secas, especialmente entre mayo y octubre. La zona montañosa volcánica de Ankaratra se encuentra en las tierras altas centrales. En el norte de la isla, el pico más alto de Maromokotro se encuentra a casi 2900 m sobre el nivel del mar.

El canal de Mozambique, que separa a Madagascar del continente, es una importante ruta de navegación para el este de África y alberga importantes reservas de atún. Se están realizando esfuerzos para garantizar que la sostenibilidad se considere en el desarrollo local. La identificación y protección de hábitats críticos, como los corredores migratorios, es parte de este trabajo.

Sentinel-3 es una misión de dos satélites para proporcionar la cobertura y la entrega de datos necesaria para el programa de monitoreo ambiental europeo Copernicus. Proporciona información crítica para una amplia gama de aplicaciones, desde la observación marina hasta el monitoreo de vegetación en grandes áreas.
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