Mapa tectónico global de GOCE. Crédito: Kiel University/BAS. |
El resultado principal de GOCE fue un mapa de gravedad global (o ‘geoide’) de alta fidelidad, pero la misión también cartografía gradientes de gravedad locales, medidas de lo rápido que cambia la aceleración de la gravedad, en todas las direcciones del movimiento, con una resolución de 80 km.
Combinando estos datos con datos sismológicos ya existentes, estos gradientes de gravedad muestran una sensibilidad alta frente a formaciones conocidas de la litosfera de la Tierra (la corteza sólida y la sección de manto fundido que hay debajo). Estas formaciones incluyen zonas rocosas densas llamadas cratones -restos de continentes antiguos que se encuentran en el corazón de las placas continentales modernas- regiones de orógenos altamente plegados asociadas con cordilleras montañosas y la corteza más delgada de los lechos oceánicos.
Los resultados demuestran que la Antártida occidental posee una corteza y litosfera más delgadas que las de la Antártida oriental, que está compuesta por un mosaico de cratones antiguos separados por jóvenes orógenos, revelando parecidos con Australia e India. Esto aporta pistas sobre el modo en que la estructura continental de la Antártida está influyendo en el comportamiento de las placas de hielo y lo rápido que las regiones de la Antártida reaccionarán en respuesta a la fusión del hielo.https://observatori.uv.es/
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