Una lupa simplemente no es suficiente para los "detectives" de alta tecnología en el Centro de Imagen y Caracterización de Materiales Kuiper de la Universidad de Arizona.
Los científicos, que se encuentran en el sótano del Edificio de Ciencias Espaciales Kuiper de la universidad, están trabajando para descifrar las historias archivadas en rocas y polvo que quedaron de los primeros días del sistema solar.
La instalación ha sido un recurso para programas científicos públicos y privados, tanto dentro como fuera del campus, desde 2016. Ahora, gracias a una subvención de cuatro años y casi $3 millones de la NASA para apoyar las operaciones de la instalación, los científicos podrán profundizar en preguntas científicas que nunca antes.