La misión Copernicus Sentinel-1 nos brinda "visión de radar" sobre parte de la tercera isla más grande de la Antártida, la isla Thurston.
El radar del satélite puede "ver" a través de las nubes y en la oscuridad, lo que lo convierte en una herramienta valiosa para monitorear las regiones polares que son propensas al mal tiempo y largos períodos de oscuridad, como la Antártida.
Esta imagen combinó tres pasadas del radar de Sentinel-1 en marzo, abril y mayo de 2017. A cada una se le asignó un color: rojo, verde y azul, y cuando se fusionaron, los cambios entre las adquisiciones aparecen en varios colores.
La isla cubierta de hielo aparece gris, sin mostrar cambios durante el período de tres meses. Pero los cambios en el hielo marino en la parte superior de la imagen aparecen como motas verdes, rojas y azules.
En la parte inferior de la imagen podemos ver que parte de la plataforma de hielo Abbot aparece en azul claro.
La Antártida está rodeada de plataformas de hielo, que son gruesas bandas de hielo que se extienden desde la capa de hielo y flotan en las aguas costeras. Desempeñan un papel importante al reforzar la capa de hielo en la tierra, lo que reduce la velocidad del flujo de la hoja a medida que avanza hacia el mar.
La capa de hielo que cubre la Antártida es, por su propia naturaleza, dinámica y constantemente en movimiento. Recientemente, sin embargo, ha habido una cantidad preocupante de informes acerca de que sus estanterías flotantes se adelgazan e incluso colapsan, lo que permite que el hielo terrestre fluya más rápido hacia el océano y aumente el nivel del mar.
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