sábado, 7 de noviembre de 2015

Buscando señales de radio deliberadas procedentes de KIC 8462852

El conjunto de radiotelescopios Allen Telescope Array del instituto SETI. Crédito: Seth Shostak, SETI Institute.
¿Podría haber vida inteligente en el sistema estelar KIC 8462852? Un análisis reciente de datos tomados por el telescopio espacial Kepler ha mostrado que esta estrella, informalmente apodada estrella de Tabby, sufre caídas de brillo aperiódicas de un 20 por ciento o más. Aunque varias causas naturales han sido sugeridas para explicar este fuerte cambio de luminosidad, una posibilidad es que una civilización tecnológicamente avanzada haya construido megaestructuras en órbita alrededor de la estrella, provocando la caída de brillo.

Un ejemplo de gran proyecto de astroingeniería sería la construcción de un enjambre de paneles solares de Dyson para la recolección de energía a gran escala. Otras estructuras posibles incluyen hábitats espaciales artificiales o un gran objeto del tamaño de un planeta o mayor cuyo propósito sea enviar una señal a otros habitantes de la Galaxia.


Para investigar la posibilidad de que el comportamiento inusual de KIC 8462852 sea deliberado, el instituto SETI ha dirigido su conjunto de radiotelescopios Allen Telescope Array durante más de dos semanas hacia esta estrella. Se trata de un conjunto de 42 antenas, cada una de 6 m de diámetro, instaladas a unos 500 km al norte de San Francisco, en las Montañas de las Cascadas.

Se ha buscado dos tipos diferentes de señales de radio: (1) señales de banda estrecha, del orden de 1 Hz de ancho, tal como se espera que generarían las sociedades que quisieran emitir una señal para anunciar su presencia. Es el tipo de señal que se busca más a menudo en los experimentos de SETI. (2) Señales de banda ancha que podrían deberse a propulsores en el sistema estelar. Si hay proyectos de astroingeniería en marcha realmente cerca de KIC 8462852, podría ser razonable esperar la presencia de naves espaciales relacionadas con esta actividad. Si las naves fuesen impulsadas por haces intensos de microondas, parte de esa energía podría manifestarse como una emisión involuntaria de banda ancha.

El análisis de los datos no muestra pruebas de ninguno de los dos tipos de señal entre las frecuencias de 1 GHz y 10 GHz. Esto descarta la presencia de transmisores omnidireccionalesde de aproximadamente 100 veces el consumo total de energía de la Tierra en el caso de señales de banda estrecha y 10 millones de veces en el caso de señales de banda ancha.

Las observaciones continuarán, pero hasta ahora no hay pruebas de señales de radio deliberadas en la dirección de KIC 8462852.http://observatori.uv.es/

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