sábado, 4 de julio de 2020

Atolón Ari, Maldivas

Las Maldivas aparecen en esta imagen capturada por la misión Copernicus Sentinel-2.

Un popular destino turístico y de buceo con playas de arena blanca, la República de Maldivas se encuentra en el Océano Índico, a unos 700 km al suroeste de Sri Lanka. Esta nación insular consiste en una cadena de alrededor de 1200 pequeñas islas de coral que se agrupan en grupos de atolones, dispersos en 90 000 km2 de océano.

Un atolón es una estructura de arrecife circular u ovalada con una laguna en el centro. Estas estructuras generalmente se forman alrededor de una isla volcánica que se ha hundido mientras el coral crece hacia arriba. Las Maldivas en realidad descansa sobre una antigua cordillera volcánica.

En esta imagen, se presenta el Atolón Ari en el oeste del archipiélago. El atolón Ari es uno de los atolones más grandes de las Maldivas y tiene alrededor de 90 km de largo y 30 km de ancho. Los colores turquesa en la imagen representan aguas claras y poco profundas que contrastan con las aguas de color oscuro del profundo Océano Índico. Se pueden ver varias nubes en la parte inferior de la imagen.

Uno de los países más bajos del mundo, más del 80% de las tierras de Maldivas está a menos de un metro por encima del nivel promedio del mar. Esta elevación extremadamente baja hace que el país y sus habitantes sean particularmente vulnerables al aumento del nivel del mar.

Los datos satelitales han demostrado que el océano global ha aumentado, en promedio, 3 mm al año en los últimos 25 años. Pero de manera más alarmante, los datos satelitales muestran que la tasa de aumento se ha acelerado en los últimos años, y ha aumentado a alrededor de 5 mm por año. El calentamiento de las aguas oceánicas, el derretimiento de los glaciares y la disminución de las capas de hielo hacen que el aumento del nivel del mar sea una amenaza real para las islas bajas como las Maldivas.

El próximo satélite Copernicus Sentinel-6 Michael Freilich, que se lanzará en noviembre de 2020, mapeará hasta el 95% de los océanos de la Tierra cada 10 días. El satélite lleva un altímetro de radar de nueva generación que observará cambios anuales en el nivel medio del mar con precisión milimétrica, junto con mediciones de la velocidad del viento en la superficie, el estado del mar y las corrientes geostróficas del océano. Este nuevo satélite asumirá el papel de una misión de referencia para proporcionar datos críticos para el registro a largo plazo de las mediciones de altura de la superficie del mar.

Estas medidas no solo son esenciales para monitorear nuestros mares en ascenso, sino también para la predicción del clima, la gestión sostenible de los recursos oceánicos, la gestión costera y la protección del medio ambiente.

La ESA está desarrollando conjuntamente la misión con sus socios de la NASA, la Comisión Europea, EUMETSAT y NOAA, con el apoyo del CNES.https://www.esa.int/About_Us/Week_in_images/Week_in_images_29_June_-_3_July_2020

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