martes, 23 de octubre de 2018

Oscilaciones en el ojo del Toro


Esta ilustración muestra ondas de sonido propagándose por el interior de una estrella. Estas oscilaciones acústicas pueden ser detectadas en medidas de la velocidad radial de la estrella. Crédito: Gabriel Perez Diaz/Instituto de Astrofisica de Canarias.
Aldebaran, la estrella más brillante de la constelación de Tauro (el Toro), fue una de las primeras estrellas que se sospechó que albergan un exoplaneta. La presencia de su compañero planetario, Aldebaran b, fue confirmada en 2015 y las décadas de datos anteriores al descubrimiento podrían guardar algunas sorpresas.

Como otros centenares de exoplanetas, Aldebaran b fue descubierto via el método de la velocidad radial, en el que la atracción del planeta provoca un desplazamiento detectable en las longitudes de onda de las líneas de absorción en el espectro de la estrella progenitora. Esta señal puede esconder oscilaciones periódicas de la propia estrella.


Así que un equipo de astrónomos dirigido por Will Farr (University of Birmingham, UK) examinó más de tres décadas de medidas de velocidad radial históricas buscando oscilaciones estelares en Aldebaran. Hallaron pruebas de oscilaciones dentro del intervalo típico de las estrellas gigantes rojas.

Como estas oscilaciones dependen de algunos parámetros fundamentales de las estrellas (masa, radio, gravedad en la superficie y temperatura efectiva) los astrónomos han podio concluir que Aldebaran tiene una masa que es 1.16 veces la de nuestro Sol y una edad de 6400 millones de años. Esto sugiere que actualmente Aldebaran es 500 veces más luminosa que el Sol.https://observatori.uv.es

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