lunes, 22 de octubre de 2018

La vida extraterrestre podría ser púrpura

No tenemos ninguna pista de como es, si es que existe, la vida fuera de nuestro planeta. Por eso, lo único que podemos hacer es buscar formas de existencia a nuestra imagen y semejanza, con los parámetros que conocemos. Investigaciones recientes han sugerido que una de cada cinco estrellas similares al Sol tienen planetas rocosos del tamaño de la Tierra en su zona habitable. Aunque encontrar un planeta de nuestro tamaño con el potencial de vida no sea demasiado difícil, las probabilidades de encontrar uno con vida que se encuentre en la misma coyuntura evolutiva complica algo el asunto. Ahora un estudio publicado en International Journal of Astrobiology ofrece un hilo de donde tirar: la vida primitiva en la Tierra era púrpura, lo que podría significar que este sea el color que predomine en los planetas habitados.


En el documento, los investigadores describen el eón arcaeano: el período de tiempo en que la vida surgió por primera vez en la Tierra, que abarca desde 2.5 a 4 Ga (miles de millones de años). En este momento, los microorganismos fotosintéticos dominaban la Tierra y el agua por igual, y es probable que hayan sido detectables, incluso desde grandes distancias. Para probar esa hipótesis, los investigadores modelaron exoplanetas con las mismas bacterias fotosintéticas que una vez cubrieron la Tierra, dispuestas en muchas configuraciones diferentes: dentro y fuera del agua, en diversas cantidades y ubicaciones, y con diferentes obstáculos atmosféricos. El equipo descubrió que al usar radiación visible e infrarroja cercana, las bacterias púrpuras eran increíblemente reflexivas y que la capa de nubes reducía drásticamente el reflejo de las bacterias en el agua. Esto podría significar que si encontramos un planeta similar a la Tierra
cubierto por este tipo de bacterias, las mismas nubes que ayudan a hacer que el planeta sea hospitalario para la vida pueden impedir que los científicos lo encuentren.

La idea de que la Tierra primitiva era púrpura no es nueva, la microbióloga Shiladitya DasSarma de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland y el investigador postdoctoral Edward Schwieterman de la Universidad de California en Riverside (EE.UU.), desarrollaron esta teoría en 2007. Según explican, las plantas y las algas fotosintéticas utilizan la clorofila para absorber la energía del sol, pero no absorben la luz verde. Eso es extraño, porque la luz verde es rica en energía, así que los investigadores creen que ya había formas de vida usando esa parte del espectro: organismos simples con una molécula llamada retinal, que absorben mejor la luz verde, y cuya apariencia es morada.

La recolección de luz en la retina todavía está muy difundida hoy en día entre las bacterias y los organismos unicelulares llamados Archaea: organismos morados que se han descubierto en todas partes, desde los océanos hasta el valle seco de la Antártida y la superficie de las hojas. Los pigmentos retinianos también se encuentran en el sistema visual de animales más complejos. Incluso hay algunas pruebas de que organismos modernos llamados halófilos podrían estar relacionados con algunas de las vidas más tempranas de la Tierra, que prosperaron alrededor de los respiraderos de metano en el océano.

Ya hay maneras de detectar la vida verde desde el espacio, pero los científicos también deberían comenzar a buscar el púrpura, contó Schwieterman a Live Science: "Si estos organismos estuvieran presentes en densidades suficientes en un exoplaneta, sus propiedades de reflexión se imprimirían en el espectro de luz reflejada de ese planeta", concluye.https://nmas1.org/news/2018/10/22/vida-purpura-ciencia

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