El gigantesco asteroide 1998 QE, cinco veces más grande que el transatlántico Queen Elizabeth, se aproximó hoy a la Tierra hasta su posición más cercana al planeta: 5,8 millones de kilómetros.
Según informó hoy la Agencia Espacial estadounidense (NASA), el objeto espacial no volverá a pasar cerca de la Tierra hasta el año 2028, y lo hará a más de 73 millones de kilómetros, por lo que los científicos debieron aprovechar el momento de hoy para poder captar imágenes del asteroide lo más cerca posible.
Y no volverá a estar tan cerca hasta dentro de dos siglos. El momento en el que la distancia entre el 1998 QE y la Tierra fue más corta se produjo a las 16:59 horas en la costa este de Estados Unidos (20:59 GMT), una distancia equivalente a quince viajes entre la Luna y el planeta.
Sin embargo su avistamiento, aun en el momento en que estuvo más cerca de la Tierra, no fue posible a simple vista o con binoculares, ya que su brillo visual máximo se situó en magnitud 11, por lo cual fue necesario observarlo con telescopios mayores.
Extinción global
Descubierto en 1998 por astrónomos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), este asteroide llama la atención por sus enormes dimensiones, mucho mayores que las rocas que nos han visitado en los últimos tiempos. Ha sido denominado por los científicos como «oscuro» porque probablemente está cubierto de hollín, y se mueve a una velocidad de 10,58 km por segundo, quince veces más rápido que una bala disparada por un rifle.
Mientras los científicos preparan sus telescopios para no perderse detalle, al resto solo nos queda disfrutar de la visita de esta roca, quizás proveniente del cinturón de asteroides que existe entre las órbitas de Marte y Júpiter. Y tendrá que ser ahora, porque 1998 QE2 no se acercará tanto a la Tierra en los próximos dos siglos.
Los científicos recuerdan que si un asteroide de este tipo llegara a chocar contra nuestro planeta probablemente causaría una extinción global, lo que nos recuerda nuestra fragilidad y la necesidad de protegernos ante un peligro llegado del cielo. Por eso es importante conocerlos. La NASA señala que el radar es una técnica poderosa para estudiar el tamaño, forma, estado de rotación, características y rugosidad de la superficie de los asteroides, y para mejorar el cálculo de sus órbitas, algo fundamental para conocer si estamos en su camino.http://www.abc.es/
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