domingo, 2 de septiembre de 2018

A 159 de una megatormeta Geomagnética

Imagine esto: una eyección de masa coronal (CME) de mil millones de toneladas se estrella contra el campo magnético de la Tierra. Los campistas en las Montañas Rocosas se despiertan en el medio de la noche, pensando que el resplandor que ven es el amanecer. No, es la aurora boreal. La gente en Cuba lee su periódico matutino con la iluminación roja de la aurora boreal. La Tierra está salpicada de partículas tan enérgicas que alteran la química del hielo polar.


¿Difícil de creer? Realmente sucedió, exactamente hace 159 años. Este mapa muestra dónde se avistó auroras en las primeras horas del 2 de septiembre de 1859.

A medida que el día se desarrollaba, la tormenta que se avecinaba electrificó las líneas de telégrafo, sorprendiendo a los técnicos y prendiendo fuego a sus papeles telegráficos. El "Internet victoriano" fue desconectado. Los magnetómetros de todo el mundo registraron fuertes perturbaciones en el campo magnético planetario durante más de una semana.

La causa de todo esto fue una extraordinaria llamarada solar presenciada el día anterior por el astrónomo británico Richard Carrington. Su avistamiento el 1 de septiembre de 1859 marcó el descubrimiento de las erupciones solares y presagió un nuevo campo de estudio: el clima espacial. De acuerdo con un estudio financiado por la NASA por la Academia Nacional de Ciencias, si ocurriera un "Evento Carrington" similar hoy, podría causar daños sustanciales a la infraestructura de alta tecnología de la sociedad y requerir años para una recuperación completa.

¿Podría pasar de nuevo? Casi seguro. En un artículo publicado hace unos meses, los investigadores de la Universidad de Birmingham utilizaron Extreme Value Theory para estimar el tiempo promedio entre "bengalas similares a Carrington". Su mejor respuesta: ~ 100 años. En otras palabras, podemos estar retrasados ​​para una gran tormenta.http://spaceweather.com/

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