Un equipo internacional de astrónomos ha anunciado la detección de un nuevo estallido rápido en radio (FRB, de sus iniciales en inglés) y sus intentos por rastrear su fuente.
Los FRB son un fenómeno relativamente reciente para los científicos espaciales. Se trata de explosiones extremadamente breves de ondas de radio que proceden del espacio, pero los astrónomos no han sido capaces de explicar qué los origina. El nuevo estallido, denominado FRB 150215, fue inicialmente detectado por investigadores del telescopio Parkes en Nueva Gales del Sur (Australia).
La particularidad de este caso es que varios equipos estaban preparados para apuntar sus telescopios hacia el punto de origen del FRB poco después de ser detectado. Por desgracia, ninguno de ellos fue capaz de detectar nada que pudiera identificar su procedencia, ni siquiera dónde se produjo exactamente. Además, después de analizar los datos de los telescopios de seguimiento, los investigadores descubrieron que el FRB había tomado un camino interesante a través de la Vía Láctea hasta nosotros, una especie de agujero que antes de la detección del FRB era desconocido. Así pues, a pesar de que no han aprendido nada nuevo sobre el origen de los FRB en general, los investigadores sí han aprendido algo nuevo sobre nuestra galaxia.
La detección del FRB 150215 es la número 22 hasta la fecha, y ninguna de ellas posee una fuente identificable, lo que les convierte en uno de los grandes misterios de la ciencia espacial. El sentido común indica que encontrar un origen debería de ser relativamente sencillo, pues es necesario algo bastante grande para crear estos pulsos de radio tan intensos. Se han propuesto varias teorías, entre las cuales algunas defienden que los FRB podrían aparecer mucho después que se produjese el fenómeno que los causa, de modo que tendría sentido monitorizar fenómenos en el cielo, como supernovas, y luego comprobar si se produce un FRB un tiempo después.https://observatori.uv.es/
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