miércoles, 3 de mayo de 2017

.Descubren un joven Sistema Solar a solo 10 años luz del nuestro

El observatorio SOFIA de la NASA, emplazado en un avión jumbo adaptado, ha confirmado la presencia de un sistema planetario con una arquitectura parecida a la del nuestro, a 10,5 años luz de distancia, en el hemisferio sur de la constelación de Eridanus. La estrella se llama Epsilon Eridani y, según un estudio publicado en Astronomical Journal, se parece mucho a nuestro Sistema Solar en sus inicios, en los tiempos en los que sufrió una serie de eventos catastróficos que pudieron llevar, por ejemplo, a que la Tierra recibiera el agua de sus océanos y la Luna formara sus cráteres.
Estudios previos indicaban que Epsilon Eridani tiene un disco de escombros (el material sobrante que sigue orbitando una estrella después de que la construcción planetaria se haya completado). Los escombros pueden tomar la forma de gas y polvo, o de pequeños cuerpos rocosos y helados. Además, el estudio del movimiento de Epsilon Eridani sugería que un planeta con casi la misma masa que Júpiter rodeaba la estrella a una distancia comparable a la que hay entre el propio Júpiter y el Sol.


Gracias a estas nuevas imágenes, los investigadores creen que el material del sistema se distribuye en dos estrechos anillos de escombros, los cuales corresponderían respectivamente a las posiciones del cinturón de asteroides de Kuyper y la órbita de Urano en nuestro propio sistema. Usando este modelo, los teóricos indican que el planeta más grande en un sistema planetario normalmente podría estar relacionado con un cinturón de escombros adyacente. El estudio apunta que existe una brecha de separación entre los cinturones interior y exteriores de la estrella, muy probablemente creada por planetas. Los científicos consideran que los hallazgos podrían ayudarnos a entender los primeros días de nuestro Sistema Solar y pueden proporcionar datos sobre cómo evolucionó.

Esta es una época de grandes descubrimientos en el cosmos. El telescopio espacial Spitzer de la NASA, por ejemplo, reveló el primer sistema solar conocido de siete planetas de tamaño similar a la Tierra alrededor de una única estrella, la Trappist-1. Tres de estos planetas están situados con firmeza en una órbita dentro de la llamada zona habitable, un espacio alrededor de la estrella madre donde un planeta rocoso tiene altas posibilidades de tener agua en su estado líquido, requisito indispensable para el desarrollo de la vida.https://nmas1.org

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