Imágenes tomadas por el satélite infrarrojo Herschel (izquierda) y por los radiotelescopios de LOFAR (derecha) de cuatro ejemplos de galaxias hiperluminosas. Se aprecia la mejora en la resolución espacial conseguida en las imágenes de LOFAR que ha permitido realizar esta investigación. Crédito: L. Wang et al. 2020.
Un equipo de astrónomos dirigidos por SRON ha observado diez veces más galaxias hiperluminosas en el infrarrojo de lo que las estrellas pueden producir según los modelos teóricos. Si la teoría es correcta, esto significa que las estrellas solas no pueden justificar el brillo de las galaxias más luminosas en el infrarrojo.
«Estamos ahora estudiando qué mecanismos físicos pueden dar energía a estas galaxias extremas», explica Lingyu Wang (SRON y RUG). «¿Son alimentadas por formación de estrellas o por acreción de materia por un agujero negro supermasivo? Si la energía la proporciona la formación de estrellas, entonces las galaxias hiperluminosas en el infrarrojo estarían formando estrellas al ritmo del equivalente a unos pocos miles de Soles al año. Los modelos teóricos no son capaces de producir todas esas galaxias formando estrellas a un ritmo tan frenético. Un escenario alternativo es que son alimentadas por energía que procede principalmente de la actividad relacionada con la acreción de materia alrededor del agujero negro central. Necesitamos más observaciones de seguimiento para estudiar la verdadera naturaleza de estos objetos extremos».https://observatori.uv.es/se-observan-diez-veces-mas-galaxias-hiperluminosas-de-lo-que-las-estrellas-pueden-producir/
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