Estación de seguimiento de la ESA en Malargüe (Argentina). Crédito: ESA/U. Kugel.
Hoy, las estaciones terrestres de la ESA ayudan a recoger rocas de la superficie lunar. Mañana, harán posibles las nuevas misiones que convertirán la Luna en un destino rutinario.
La red de estaciones terrestres de la ESA presenta un equipamiento único que le permite brindar apoyo a las misiones de exploración lunar gracias a su avanzada tecnología y a su distribución por todo el planeta. En las próximas semanas, la ESA dará apoyo a la misión china de retorno de muestras lunares Chang’e-5, al retransmitir señales de la nave durante dos fases críticas. Está compuesta por un orbitador lunar, un módulo de aterrizaje y una sonda de ascenso, que pondrá las muestras en órbita desde la superficie para su posterior envío de vuelta a la Tierra. Recogerá unos dos kilogramos de muestras lunares, que serán las primeras en volver a la Tierra en 44 años. La ESA ayudará en la misión haciendo un seguimiento de la nave durante dos de las fases críticas de la misión y proporcionando respaldo puntual a las estaciones terrestres chinas.
Los controladores de las misiones emplean grandes antenas para manejar las naves y recibir los datos que estas envían, ya sea desde la órbita terrestre, de camino a la Luna o al Sol, o más allá en el sistema solar.
“Nuestra red de estaciones de seguimiento es capaz de comunicarse con cualquier tipo de misión en el sistema solar”, apunta Simon Plum, jefe de Operaciones de Misiones en ESOC. “En el futuro, dará cada vez más apoyo a las misiones lunares de la ESA y sus socios”.https://observatori.uv.es/las-estaciones-terrestres-de-la-esa-dan-apoyo-a-las-misiones-lunares/
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