Ilustración de artista de la colisión de un gran cuerpo contra un planeta. Crédito: California Institute of Technology. |
Los impactos, como el que se piensa que causó la formación de la Luna hace unos 4500 millones de años, podrían producir fluctuaciones aleatorias en las presiones del núcleo y del manto que explicaría algunas características geoquímicas extrañas del manto de la Tierra.
“Los estudios anteriores han asumido incorrectamente que la presión interna de un planeta es simplemente función de la masa del planeta, aumentando continuamente al tiempo que el planeta crece. Lo que hemos demostrado es que la presión puede cambiar temporalmente después de un impacto importante, siendo seguido por un aumento a más largo plazo de la presión a medida que el cuerpo impactado se recupera. Este hallazgo posee implicaciones importantes en relación con la estructura química y la evolución posterior del planeta”, explica Simon Lock (Caltech).https://observatori.uv.es
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