Ilustración de la expulsión a gran velocidad de una estrella desde el brazo de Sagitario de la Vía Láctea provocada por un agujero negro de masa intermedia. Crédito: A. Irrgang, FAU. |
Simulaciones realizadas en 1988 sugirieron que un agujero negro de 4 millones de masas solares pudo haber expulsado esta estrella del cúmulo donde nació. Ahora los datos astrométricos superprecisos del satélite Gaia de la ESA demuestran que procede de algún lugar del brazo espiral de Sagitario de nuestra Galaxia y refuerzan la idea de que el culpable fue un agujero negro de tamaño medio.
“Ahora PG1610+062 aporta indicios de que los agujeros negros de masa intermedia pueden, de hecho, existir en nuestra galaxia. La carrera está en marcha para encontrarlos realmente”, explica Andreas Irrgang (Universidad Friedrich-Alexander de Erlangen-Nuremberg, Alemania).
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