sábado, 27 de julio de 2019

La primera sonda lunar “financiada por las masas” presenta sus primeros avances

Un grupo de entusiastas ingenieros rusos presentó un diseño avanzado de una sonda orbital lunar capaz de examinar los rastros de las misiones Apollo y Lunokhod en la superficie de nuestro satélite. Los fondos para su desarrollo se recolectaron en 2015 utilizando crowdfunding. El aparato podrá trabajar en una órbita circunlunar de 1 año a 3 años, y tomará fotos de la superficie de hasta 25 centímetros de tamaño, dijeron los iniciadores del proyecto durante la conferencia en el Museo de Cosmonauta de Moscú.


El proyecto de microsatélite lunar apareció en la iniciativa del bloguero espacial y autor N+1, Vitaly Yegorov, quien en 2015 propuso crear una nave espacial para tomar imágenes de alta resolución de los sitios lunares con el fin de poner fin de forma permanente a la teoría de la conspiración que niega el alunizaje.

La iniciativa de crear un microsatélite lunar fue apoyada por un grupo de jóvenes ingenieros rusos, desarrolladores de tecnología espacial. Aunque el proyecto no recibió financiamiento comercial o gubernamental, los autores recurrieron al público y reunieron más de 1.5 millones de rublos en Internet utilizando el financiamiento colectivo.

Destruyendo teorías de la conspiración
Las tareas del satélite incluyen el mapeo de los sitios de aterrizaje del Apolo americano, las estaciones soviéticas de las series Luna y Lunokhod, y las estaciones chinas de Chang'e. Se supone que debe colocar un telescopio a bordo, que desde una altura de 50 kilómetros debería proporcionar un estudio de la superficie de la luna con una resolución de 0,25 metros, que permitirá distinguir incluso las huellas de las personas.

La nave también podrá llevar a cabo las tareas científicas de mapeo, explorando sitios de aterrizaje convenientes para futuras estaciones y naves tripuladas, eligiendo los mejores lugares para construir bases automáticas y habitables.

Una de las autoras del proyecto, Nikita Partsevsky, dijo a N+1 que ya está listo un diseño avanzado del dispositivo, que muestra la viabilidad técnica de la idea. Además, se han realizado los cálculos necesarios para el modelo de la nave espacial: la composición de los instrumentos, el balance energético a bordo, y el tipo de sistema de propulsión.
Diversos modelos
La siguiente etapa es el desarrollo de un borrador y, a continuación, el lanzamiento de los planos de trabajo. Según Yegorov, aproximadamente un tercio de los fondos recaudados a través del crowdfunding se han gastado en este momento, se supone que el 1 millón de rublos restantes se gastará en tener asesoría de Roskosmos, después de lo cual comenzará el trabajo en el proyecto final.

Desde sus inicios en 2015, el proyecto ha cambiado sustancialmente varias veces. En la versión original, era un aparato de menos de 50 kilogramos, que debía entregarse directamente en la órbita lunar. La segunda versión asumió que el dispositivo alcanzaría de manera independiente a la Luna desde la órbita geoestacionaria, a donde llegaría con un lanzamiento. En esta versión, la sonda requería motores y combustible suficientemente potentes, gracias a eso su peso aumentó a 170 kilogramos.

Ahora, en la última versión presentada, se trata de una "nave mediana": es un dispositivo con un peso total de 70 kilogramos, de los cuales 30 kilogramos son de combustible (hidracina), un diámetro de telescopio de 14 centímetros y una antena parabólica de 40 centímetros para la comunicación con la Tierra.

Sobre un cohete comercial
Los ingenieros planean lanzar la sonda a una órbita altamente elíptica (órbita de transición lunar), desde la cual será posible la transición a una más cercana a la Luna. Se espera que el dispositivo funcione en órbita alrededor de la Luna de uno a tres años.

Egorov observó que tal lanzamiento puede llevarse a cabo durante el lanzamiento normal de un satélite pesado, si la etapa superior tiene suficiente combustible para llevar la carga asociada a la Luna, o en el camino con una misión lunar.

Los encargados del proyecto esperan poder llegar a un acuerdo con alguna empresa espacial comercial o con aquellos países que recientemente se unieron a la carrera espacial: India o China. La construcción del aparato en sí, según Yegorov, requerirá alrededor de 1.500 millones de rublos y espera que los fondos vengan de patrocinadores.

El primer intento de enviar una nave privada a la luna fue el lanzamiento del satélite israelí Bereshit, que se estrelló en la superficie de la luna. A pesar de esto, la Fundación XPRIZE otorgó a los creadores de SpaceIL el premio Moonshot Award de un millón de dólares. Más recientemente, la India lanzó su propia misión lunar, Chandrayaan-2.
https://nmas1.org/news/2019/07/26/mision-luna-crowdfunding

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