Ilustración esquemática que muestra las diferentes fronteras de nuestro Sistema Solar y las posiciones de las naves Voyager. Crédito: Walt Feimer/NASA GSFC’s Conceptual Image Lab. |
La mayor parte de nuestro conocimiento de la heliosfera exterior y del medio interestelar local procede de observaciones realzadas por las naves IBEX, Voyager 1 y Voyager 2. Ahora, Nikolai Pogorelov (Universidad de Alabama en Huntsville) y sus colaboradores han empleado una simulación híbrida cinética y magnetohidrodinámica para captar completamente los procesos físicos que se producen en la heliosfera exterior.
Entre muchos otros resultados, los investigadores han descubierto que la densidad del plasma cae y la intensidad del campo magnético aumenta en el medio interestelar justo al otro lado de la heliopausa. El modelo muestra una densidad de plasma a lo largo de la trayectoria de la Voyager 1 que coincide con la densidad real deducida a partir de las medidas tomadas por dicha nave. El campo magnético heliosférico probablemente se disipa en la región que hay entre el frente de terminación (el punto a partir del cual la velocidad del viento solar cae por debajo de la velocidad del sonido) y la heliopausa.
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