miércoles, 21 de febrero de 2018

Observan directamente la dinámica de los electrones en las auroras

La nave espacial ERG observó ondas de coro (un tipo de ondas de plasma) y electrones dispersados en la magnetosfera, el origen de las auroras pulsantes, tal como se muestra en esta ilustración. Los electrones dispersados se precipitan a la atmósfera, produciendo las luces de las auroras. La aparición intermitente de las ondas de coro y la dispersión de electrones consiguiente produce la pulsación de las auroras. Crédito: Equipo científico 2018 ERG.
Las lluvias de electrones que rebotan en la magnetosfera de la Tierra, comúnmente conocidas como auroras, han sido observadas por primera vez por un equipo internacional de científicos. Aunque hace tiempo que existen hipótesis sobre la causa de las coloridas auroras, los investigadores nunca habían observado directamente el mecanismo subyacente hasta ahora.


El espectáculo de las auroras es un show fantástico generalmente considerado una de las grandes maravillas naturales del mundo. Entre la variedad de auroras que existen, son comunes las conocidas como bandas aurorales pulsantes que aparecen al amanecer, pero los mecanismos físicos que determinan esta pulsación auroral nunca habían sido verificados por medio de observaciones.

Con un nuevo satélite dotado con herramientas avanzadas de medida, los investigadores han identificado ahora que este fenómeno está producido por la interacción, difícil de detectar, entre electrones y ondas de plasma. Esta interacción se produce en la magnetosfera de la Tierra, la región que rodea a nuestro planeta en la que el comportamiento de las partículas eléctricas es determinado por el campo magnético planetario.

“Las subtormentas aurorales son producidas por una reconfiguración global en la magnetosfera que emite energía almacenada del viento solar”, explica Satoshi Kasahara (Universidad de Tokio). “Están caracterizadas por un aumento del brillo auroral desde el ocaso a la medianoche, seguido por movimientos violentos de arcos aurorales definidos que acaban rompiéndose y emergiendo como bandas aurorales difusas y pulsantes al amanecer”. “Por primera vez hemos detectado directamente la dispersión de electrones por ondas de plasma que generan una precipitación de partículas hacia la atmósfera de la Tierra”, comenta Kasahara. “El flujo de electrones precipitado era suficientemente intenso com para producir una aurora pulsarte”.https://observatori.uv.es

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