Imagen infrarroja de la nebulosa de Orión. El Velo de Orión se encuentra hacia el centro y el recuadro de esta área muestra un mapa de la emisión de carbono ionizado desde la burbuja explorada por SOFIA. Los pequeños círculos blancos indican la posición y tamaño de gas de carbono ionizado acelerado por choques, que afecta a la morfología de la cubierta de la burbuja. Crédito: nebulosa de Orión de NASA/JPL-Caltech/WISE Team; imagen en el recuadro de NASA/SOFIA/Kavak et al.
Con miles de agujeros diminutos, el Velo de Orión – una burbuja de gas y polvo – se está rompiendo antes de lo que se esperaba y SOFIA ha sido el único observatorio que ha podido estudiar la razón de ello.
Las estrellas que se forman dentro de la burbuja expulsan material al exterior, que interacciona con la superficie de esta. La burbuja entonces se convierte en algo parecido a un colador, con miles de agujeros diminutos por los que el gas puede escapar. «Imagina que es como dispara un rifle desde miles de protoestrellas diferentes, y todas ellas están disparando en direcciones aleatorias», explica Kavak.
Este proceso es importante para los astrónomos por el papel que juega en la dinámica de las burbujas como el Velo de Orión. Aunque saben que la burbuja acabará explotando, hay muchos mecanismos posibles que pueden romperla, como radiación o gas caliente de explosiones de supernovas.
Este trabajo aporta pruebas de que las emisiones de las protoestrellas masivas son una posible fase intermedia en la evolución de la burbuja que la pueden romper antes de lo que se pensaba.https://observatori.uv.es/sofia-contribuye-a-desvelar-por-que-las-burbujas-cosmicas-estan-escapando-hacia-el-espacio/
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