RAMÓN ÁLAMO LÓPEZ. OBSERVATORIO ASTRONÓMICO DE ALMADÉN DE LA PLATA | Galaxia NGC 891 |
Miremos donde miremos, contemplaremos galaxias más allá de la nuestra, en número similar a 100.000 millones. Algunas de ellas espirales, otras elípticas, irregulares, anulares, pero todas ellas compuestas de las mismas estrellas que se aglutinan en la Vía Láctea.
Por ello, la comunidad científica, cada vez más, centra sus investigaciones en la Vía Láctea, una galaxia espiral, que contiene un poco de todo, pero también busca otros modelos no muy lejanos e iguales a la Vía Láctea. Incluso hemos localizado galaxias extraordinariamente semejantes a la nuestra, como la que aparece en la imagen, la NGC 891, tal vez la galaxia más parecida a la Vía Láctea. Así sería la nuestra galaxia si pudiéramos salir de ella y verla de perfil. NGC 891 se encuentra entre los mejores ejemplos de galaxia espiral vista de canto.
Esta galaxia parece partida en dos por el gran contenido de polvo y gas, lugar donde nacen las estrellas y que además tapa a las estrellas de fondo. Los nacimientos estelares suelen ocurrir con más frecuencia en el mismo plano de las galaxias espirales, donde se encuentra el gas y el polvo y así se muestra en la nuestra y en el resto de galaxias del mismo tipo.
NGC 891 se localiza a 32 millones de años luz, en dirección a la constelación de Andrómeda, una galaxia cercana en términos astronómicos. Como nosotros estamos atrapados en una pequeñísima región de la Vía Láctea, es imposible ver toda ella, debido a que el propio núcleo de nuestra galaxia nos impide ver qué hay detrás de éste, por lo que NGC 891 es una calcomanía de la Vía Láctea, que nos permite tener una visión completa de lo que sería la nuestra. Incluso su tamaño es exactamente igual al de la nuestra, unos 100.000 años luz de diámetro.
Si nos encontramos en un bosque sin poder movernos del mismo lugar e intentamos descubrir su estructura, es cosa compleja, pero si podemos ver otro bosque lejano, pero de similares características al nuestro, podremos obtener más datos al verlo al completo. Esto mismo pasa con las galaxias cercanas e iguales a la nuestra. Por ello son interesantes laboratorios.
Estrellas engullidas
NGC 891 es tan parecida, que muestra casi los mismos síntomas de la nuestra. Se ha descubierto en esta galaxia una corriente de estrellas que cae sobre ella; se trataría de una galaxia que está siendo engullida desde hace millones de años por NGC 891, tal vez una galaxia enana muy deformada ya. Nosotros hacemos lo mismo, entre otras, con la galaxia enana de Sagitario, una galaxia satélite a la nuestra, según estudios realizados por investigadores de la Universidad Nacional Australiana, con el Dr. Stefan Keller al frente. Esta galaxia ha sido desgarrada y distorsionada por la potente fuerza de gravedad de la Vía Láctea, pero sus efectos se ven mejor en otras galaxias cercanas, como NGC 891, ya que entre otras cosas, nosotros tenemos muchos obstáculos (nebulosas, estrellas, cúmulos estelares, el núcleo galáctico, etc), que se interponen entre la galaxia que atraemos y nosotros. Así, es difícil contemplar estos eventos en toda su magnitud.
NGC 891 es una galaxia espiral barrada, como la nuestra, según los estudios hechos a través del infrarrojo por Gilbert A. Esquerdo y John C. Barentin. Estas galaxias se caracterizan por poseer un núcleo muy concentrado de estrellas, de donde parten dos barras rectas en direcciones opuestas cargadas de estrellas y gas, para luego aparecer desde sus extremos los brazos espirales que se enrollan alrededor del núcleo y de las barras de este tipo de galaxias. La formación de las barras en las galaxias espirales aún sigue siendo motivo de estudio.
NGC 891 además se encuentra dentro de un cúmulo de galaxias, con menos miembros que el nuestro, que contiene la galaxia NGC 1023, que domina el grupo, con un agujero negro central de 60 millones de masas solares (en nuestro grupo de galaxias -Grupo Local- domina la galaxia de Andrómeda). En el cúmulo de NGC 891 también están las galaxias NGC 925, 949, 959, 1003, 1058, UGCs 1807, 1865 (DDO 19), 2014 (DDO 22), 2023 (DDO 25), 2034 (DDO 24), y 2259. De esta forma y por la proximidad de estas galaxias entre ellas, podemos estudiar las influencias gravitatorias entre unas y otras, para aplicar dichos estudios al Grupo Local de Galaxias.
Explosiones de supernovas
En NGC 891 se han detectado filamentos en direcciones opuestas de la galaxia que se extienden por centenares de años luz que indican explosiones de estrellas supernovas, tal como se han detectado en la Vía Láctea, según observaciones hechas por el Telescopio Espacial Hubble de la NASA. Una de ellas fue descubierta por Van Gorkom, Rupen, Knapp, Gunn el 21 de agosto de 1986 y alcanzó magnitud 14, denominada 1986J y estudiada entre otros desde el Departamento de física y astronomía de la Universidad de York, Toronto, Ontario, cuyas investigaciones se basaron en la interacción de las nubes de gas que arrojó la supernova sobre el medio interestelar y la presión que ejercía sobre el mismo. Estos estudios son importantes pues, tras comprimir el medio interestelar y las nubes, se crean nuevas estrellas. De hecho, esta galaxia es mucho más procreadora que la nuestra. Es más fácil descubrir supernovas en un cúmulo de galaxia que contiene billones de estrellas que en nuestra galaxia, que contiene 100.000 millones.
NGC 891 es una copia de la Vía Láctea, un verdadero laboratorio, para estudiar todo lo que ocurre o pueda ocurrir en nuestra galaxia. La búsqueda de planetas similares a la Tierra y de galaxias hermanas a la Vía Láctea, es un reto científico que nos aproximará más al encuentro con nosotros mismos.
Miguel Gilarte Fernández es director del Observatorio Astronómico de Almadén de la Plata y presidente de la Asociación Astronómica de España.http://www.abc.es/ciencia
No hay comentarios:
Publicar un comentario