La sonda de espacio profundo de la NASA a pasado dentro de los 561 kilometros a las 19:21 GMT para recoger un aumento de velocidad de gravedad como ayuda para llegar a Júpiter en 2016.
Durante el evento de alta velocidad, las señales de radio de Juno se registraron cuidadosamente por la ESA en las estaciones de seguimiento en Argentina y Australia.
Los ingenieros esperan que las nuevas medidas sirvan para desentrañar la décadas de 'anomalía de sobrevuelo' - una variación no explicada en la velocidad de las naves espaciales detectados durante algunos sobrevuelos.
"Hemos detectado la anomalía de sobrevuelo durante la primera visita de Rosetta a la Tierra en marzo de 2005", dice Trevor Morley,experto en dinámica de vuelo de el ESOC centro de operaciones de la ESA en Darmstadt, Alemania.
"Es frustrante, ninguna anomalía fue vista durante sobrevuelos de Rosetta a la Tierra posteriores, en 2007 y 2011. Este es un verdadero misterio cósmico que nadie ha descubierto ".
A veces si a veces no
Desde 1990, los controladores de la misión de la ESA y la NASA han dado cuenta de que su nave espacial a veces experimentan una variación extraña en la cantidad de energía orbital que recogen desde la Tierra durante los sobrevuelos, una técnica utilizada habitualmente para lanzar satélites de profundidad en nuestro Sistema Solar.
La variación no explicada se nota como una pequeña diferencia en la velocidad esperada ganada (o perdido) durante el paso.
Las variaciones son muy pequeñas:La Sonda de la NASA a Júpiter terminó sólo 3,9 mm / s más rápida de lo esperado cuando pasó junto a la Tierra en diciembre de 1990.
La mayor variación, un alza de 13,0 mm / s - fue visto con el asteroide cercano a la NASA en enero de 1998. Por el contrario, las diferencias durante los sobrevuelos de Cassini de la NASA en 1999 y Mensajero en 2005 eran tan pequeños que no pudieron ser confirmados.
Ayer 9 de octubre, los ingenieros y los equipos de dinámica de vuelo de ESOC vigilaron de cerca con la nueva antena de la Agencia de espacio profundo en Malargüe, Argentina, y una más pequeña de 15 m de plato en Perth, Autralia.
Las estaciones registran la información de la señal de radio de alta precisión que indique si Juno acelera o frena más o menos de lo predicho por las teorías actuales.
Los resultados serán estudiados de cerca por la ESA y la NASA y científicos de todo el mundo, que están esperando a ver si la anomalía se detecta de nuevo.
"Nuestra estación de Malargüe está diseñado para rastrear vehículos espaciales muy distantes y relativamente lentos, mientras que Juno pasará moviendo muy, muy rápido a tan sólo 561 kilometros de altitud", dice Daniel Firre de la ESA, responsable del soporte de seguimiento en ESOC.
"Esto hace que el seguimiento de Juno sea técnicamente muy difícil, pero es como funciona el proceso científico. La recopilación de más datos que puedan ser analizados por los expertos es fundamental para ver si alguna vez vamos a resolver este misterio desconcertante ".http://www.esa.int/Our_Activities/
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