La misión Copérnico Sentinel-2 nos lleva a Barcelona, la segunda ciudad más grande de España.
En la costa noreste de la Península Ibérica, Barcelona ocupa una meseta baja a lo largo de la llanura costera mediterránea. La ciudad y sus tejados rojos contrastan con las colinas boscosas y el mar que la rodean.
La famosa avenida Diagonal de la avenida Se puede ver a la derecha de la imagen. La carretera es una de las avenidas más anchas de Barcelona y corta la ciudad diagonalmente en dos, de ahí su nombre. La plaza circular de les Gl'ries Catalanes estaba destinada a ser el centro de la ciudad en el plano urbano original, pero hoy en día se utiliza en gran medida como rotonda.
Dominando el lado izquierdo de la imagen se encuentran las montañas del Macizo del Garraf, sus acantilados que llegan a la costa mediterránea. Su punto más alto en el lado costero es La Morella – casi 600 m sobre el nivel del mar.
El río Llobregat se puede ver introduciendo la imagen en la parte superior izquierda. El río se eleva en los Pirineos orientales y fluye hacia el sureste antes de vaciarse en el mar Mediterráneo. Antes de llegar al mar, el río forma un pequeño delta, que solía proporcionar una gran extensión de tierra fértil, pero ahora está en gran parte urbanizado. El aeropuerto de Barcelona-El Prat se puede ver a la izquierda del río. A lo largo de la costa, el puerto de Barcelona, uno de los diez puertos de contenedores más grandes de Europa, es visible.
Barcelona es el hogar de la Universidad Politécnica de Cataluña, la mayor universidad de ingeniería de Cataluña. En 2017, la universidad ganó el Desafío de Satélite Pequeño de la ESA y el primer premio en el concurso Copernicus Masters con su proyecto de Sistemas de Satélites Federados (FSSCat). La misión FSSCat consta de dos pequeños satélites CubeSat, cada uno del tamaño de una caja de zapatos, y utilizará sensores ópticos multiespectrales y de microondas duales de última generación.
-sat-1 – una mejora de FSSCat llevada a cabo en uno de los dos CubeSats – está listo para lanzarse pronto desde el puerto espacial de Europa en Kourou. Será el primer experimento en demostrar cómo la inteligencia artificial se puede utilizar para la observación de la Tierra. El -sat-1 tendrá la capacidad de filtrar imágenes menos que perfectas para que solo los datos utilizables se devuelvan a la Tierra. Esto permitirá el manejo eficiente de los datos para que los usuarios tengan acceso a información oportuna, lo que en última instancia beneficiará a la sociedad en general.
El -sat-1 adquirirá un enorme número de imágenes que permitirán a los científicos detectar islas de calor urbanas, monitorear los cambios en la vegetación y la calidad del agua, así como llevar a cabo experimentos sobre el papel de la evapotranspiración en el cambio climático.http://www.esa.int/ESA_Multimedia/Videos/2020/06/Earth_from_Space_Barcelona
No hay comentarios:
Publicar un comentario