Ilustración de artista del telescopio Kepler observando planetas transitando una estrella lejana. Crédito: NASA Ames/W Stenzel. |
Para que un planeta sea considerado del tipo de la Tierra debe de ser rocoso, con un tamaño aproximadamente similar al de nuestro planeta y encontrarse en órbita alrededor de una estrella del tipo del Sol (tipo G). También su órbita ha de encontrarse dentro de la zona de habitabilidad, el intervalo de distancias a la estrella en las cuales un planeta rocoso podría albergar agua líquida, y potencialmente vida, en su superficie.
La investigación, dirigida por la astrónoma Michelle Kunimoto también ha arrojado luz sobre una de las preguntamos importantes en ciencia de exoplanetas actualmente: el «hueco en radios» de los planetas. Este «hueco» demuestra que es poco común que planetas con periodos orbitales de menos de 100 días tengan un tamaño entre 1.5 y 2 veces el de la Tierra. Kunimoto ha descubierto que este hueco en los radios se produce en un rango mucho menor de periodos orbitales de lo que se pensaba. Sus observaciones pueden ayudar a poner límites en modelos de evolución de planetas que expliquen las características de este hueco en los radios.https://observatori.uv.es/hasta-seis-mil-millones-de-planetas-como-la-tierra-en-nuestra-galaxia-segun-nuevas-estimaciones/
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