Mapa de Caronte basado en el albedo, es decir, en la cantidad de luz reflejada por la superficie. Crédito: Robbins, et al., 2019. |
El mapa nuevo muestra posibles pruebas de que el interior de Caronte se calentó en el pasado y sufrió un cambio químico o físico que hizo que se expandiera ligeramente. Esta expansión fracturó la superficie, igual que le ocurre a un bizcocho al hincharse en el horno. Entonces se liberaron materiales helados desde su interior que inundaron grandes áreas, enterrando gran parte de la superficie original de la luna.
Además, la mayor parte de los cráteres observados parecen muy jóvenes. Una explicación para la ausencia de cráteres viejos podría ser que algún proceso los borrase, por ejemplo, esos antiguos flujos de material helado que surgieron a través de fracturas en la superficie de Caronte y que pudieron ocultar los cráteres antiguos.https://observatori.uv.es
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