miércoles, 13 de febrero de 2019

La corteza aislante mantuvo el criomagma líquido durante millones de años en Ceres

Las manchas brillantes del cráter Occator brillan en la superficie de Ceres. Crédito: NASA/JPL-Caltech/UCLA/MPS/DLR/IDA.
La misión Dawn al planeta enano Ceres halló manchas brillantes blancas de sales en su superficie. Una nueva investigación ha estudiado los factores que influyeron sobre la actividad volcánica que formó estas manchas distintivas y que podría jugar un papel clave mezclando los ingredientes para la vida en otros mundos.

Los volcanes de Ceres son criovolcanes, un tipo de volcán que se forma en cuerpos planetarios con cubiertas heladas y que desplaza agua salada conocida como criomagma desde depósitos subterráneos hacia la superficie. Los científicos piensan que los criovolcanes de la luna helada Europa podrían contribuir a mezclar los elementos químicos que más tarde darán origen a las moléculas complejas necesarias para la vida.


La nueva investigación estudió específicamente los depósitos en el fondo del cráter Occator, que se formó hace unos 20 millones de años. Sin embargo, los depósitos solo tienen 4 millones de años de edad, indicando una formación relativamente reciente, hablando en términos geológicos, con respecto al propio cráter. Investigaciones anteriores habían concluido que las condiciones en Ceres no permitirían que el criomagma generado por el impacto que formó Occator existieran durante más de 400 000 años.

Ahora, los últimos cálculos realizados con un modelo nuevo que incluye materiales en la corteza que tienden a actuar como aislantes señalan que el criomagma podría durar hasta 10 millones de años, resultado que no cierra por completo la discrepancia pero que indica que los datos adicionales ayudan a obtener un tiempo de enfriamiento más realista.https://observatori.uv.es

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