domingo, 6 de marzo de 2016

Cuando la radio chirría, una partícula extraterrestre entra en la atmósfera

Ilustración de artista de una cascada de partículas alcanzando el centro del telescopio LOFAR en Dwingeloo, Países Bajos. Los astrónomos han creado un modelo que permite utilizar LOFAR como detector de partículas. Fuente: Rabdou University.
LOFAR, el gran radiotelescopio internacional, puede utilizarse ahora como detector de partículas. Los astrónomos crearon un modelo para determinar el tipo y el origen cósmico de la partículas que llegan.

LOFAR normalmente recibe ondas de radio débiles del Universo primitivo. Pero de vez en cuando, se observa un brillante pulso en radio. La radio de tu coche lo traduce en un pequeño ruido, la última señal de una partícula elemental que ha entrado en la atmósfera. Los astrónomos ahora han resuelto el código en radio de estas intrusas para determinar su tipo y cuál es su origen cósmico.


Las supernovas, las estrellas agonizantes, los agujeros negros. Todos ellos han sido señalados como fuentes de partículas cósmicas. Pero hasta ahora nadie lo sabía con certeza. Las partículas cósmicas son partículas elementales que viajan a través del Universo con una energía que es un millón de veces mayor que la que se alcanza en el mayor acelerador de partículas de la Tierra. Con casi la velocidad de la luz, chocan como balas contra la atmósfera, antes de romperse en una cascada de otras partículas todavía más pequeñas. Su interacción con el campo magnético de la Tierra produce una corta señal en radio, no más larga que una mil millonésima de segundo. Las miles de antenas LOFAR, dispersas en una gran área que va desde Irlanda a Suecia, Polonia, Suiza y Francia, ayudan a encontrar la señal y medirla con precisión.

Descubrir la señal es una cosa, pero averiguar qué la causó es otra bien distinta. Por primera vez, los astrónomos han logrado con éxito calcular y crear un modelo del tipo de partícula que llegó. “Ahora podemos identificar la ‘bala entrante’ “, comenta Heino Falcke, de la Universidad Radboud (Países Bajos). “En la mayoría de los casos, las balas suelen resultar ser un solo protón o el núcleo ligero de un átomo de helio”. Esto sugiere que la fuente de estas partículas se encuentra en nuestra Vía Láctea, lo que está en desacuerdo con las teorías más comunes sobre este tema.

“Debido a su enorme energía, la mayoría de los astrofísicos asumen que las partículas cósmicas se originan en el Universo profundo, como los agujeros negros de otras galaxias”, comenta Stijn Buitink, autor principal del artículo de investigación publicado en la revista Nature. “Pero nosotros pensamos que proceden de una fuente cercana y que consiguen su energía de un acelerador cósmico que se encuentra en la Vía Láctea, quizás una estrella muy grande”.http://observatori.uv.es/

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