Fue un investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), entonces todavía un novel, quien en 1992, y junto con Phil Charles y Tim Naylor, descubría el primer agujero negro en nuestra galaxia. El hito que protagonizó Jorge Casares es solo una de las muchas aportaciones del IAC a la ciencia. Este sábado será el Rey quien inaugure los dos nuevos telescopios con que el centro de investigación español, y en el marco de un experimento, el «Quijote», con un nombre no menos español, ahondará en la célebre teoría del «Big Bang».
Don Felipe será el encargado de bendecir estos dos nuevos y grandes ojos con los que el IAC reforzará una de sus principales líneas de trabajo: la astrofísica «de muy alta energía», y en concreto los procesos que se desencadenaron hacia el origen del universo. En términos técnicos, los dos telescopios permitirán medir la polarización del cielo en microondas, unas microondas que pueden asemejarse al rastro de lo sucedido. El último octubre, los premio Nobel de Física Robert Wilson y John Mather visitaron el observatorio del Teide, uno de los dos de que dispone el IAC (el otro es el observatorio del Roque de los Muchachos, en La Palma), en compañía del director del instituto, Rafael Rebolo. Wilson fue, precisamente, quien hizo el descubrimiento de la radiación del fondo cósmico de microondas.
El experimento «Quijote» consta del «Quijote I», un telescopio que trabaja desde 2012, y el «Quijote II», recientemente instalado y cuyo objetivo es detectar esas «huellas» del origen del universo. El proyecto es hoy una realidad gracias a la colaboración, al margen del IAC, del Instituto de Física de Cantabria, el departamento de Ingeniería de Comunicaciones de la Universidad de Cantabria, el Observatorio «Jodrell Bank» de la Universidad de Mánchester y el «Cavendish Laboratory» de la Universidad de Cambridge.
El Monarca también inaugurará en las faldas del techo de España (el observatorio está a prácticamente 2.400 metros de altitud y el Teide llega a los 3.718) otros seis telescopios robóticos, esto es, que no necesitan una constante supervisión: uno del Observatorio Astronómico de Mallorca, dos de Estados Unidos, uno de Rusia, uno de Catar y uno más de Eslovaquia. La instalación de la institución balear se dedicará, fundamentalmente, a descubrir y seguir objetos celestes como los asteroides y los cometas, entre estos los NEO, esos asteroides que cruzan la órbita de la Tierra y que son «potencialmente peligrosos por la posibilidad de una colisión», ha explicado el IAC.http://www.abc.es/ciencia/
No hay comentarios:
Publicar un comentario