viernes, 8 de noviembre de 2019

El telescopio NICER pilla un estallido récord de rayos X

Ilustración de artista que muestra un estallido de rayos X de Tipo I. Primero la explosión arranca la capa de hidrógeno, que se expande y, en última instancia, acaba disipándose. Entonces la radiación cada vez más intensa se acumula hasta el punto en que expulsa la capa de helio, que adelanta a la de hidrógeno en expansión. Algunos de los rayos X emitidos en la explosión se dispersan por el disco de acreción. El objeto se enfría entonces rápidamente y el helio se recoloca sobre la superficie. Crédito: NASA’s Goddard Space Flight Center/Chris Smith (USRA).
El telescopio NICER de NASA, instalado en la Estación Espacial Internacional, detectó un pico súbito de rayos X el pasado 20 de agosto. La explosión fue causada por un destello termonuclear masivo en la superficie de un púlsar, los restos comprimidos de una estrella que explotó hace mucho como supernova.


El estallido de rayos X, el más brillante observado por NICE hasta la fecha, procedía de un objeto llamado SAX J1808.4-3658, o J1808 para abreviar. Las observaciones revelan muchos fenómenos que nunca antes habían sido vistos en una sola explosión. Además, la emisión que ya decaía volvió a intensificarse de nuevo, por razones que los astrónomos todavía no pueden explicar.

“Este estallido ha sido notable”, explica Peter Bult (Goddard Space Flight Center, NASA). “Vemos un cambio de brillo en dos pasos, que pensamos que fue causado por la expulsión separada de capas desde la superficie del púlsar, y otras características que nos ayudarán a descodificar la física de estos potentes fenómenos”.https://observatori.uv.es/

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