Sedna, al igual que otros objetos transneptunianos, podría haber sido perturbado por el paso de una estrella cerca del Sistema Solar - Spitzer Space Telescope |
Este escenario, ideado por Susanne Pfalzner y sus colegas del Instituto Max Planck de Radioastronomía en Bonn, Alemania, podría explicar algunas características inusuales que destacan en la zona exterior de nuestro sistema planetario. La investigadora acaba de publicar sus conclusiones en un artículo en ArXiv.org.
Por ejemplo, ciertos objetos que se encuentran más allá de la órbita de Neptuno siguen órbitas muy alargadas e inclinadas en relación al resto del Sistema Solar. El más famoso de este grupo de objetos es Sedna, un planeta enano que sigue una extraña órbita de 11.400 años, que es la duración de su año. Hasta ahora, los astrónomos han descubierto otros veinte cuerpos similares, pero no existe explicación convincente de cómo llegaron a estar donde están.
Algunos modelos sugieren que los llamados "objetos transneptunianos" podrían haberse formado justamente en la región que actualmente ocupan Urano y Neptuno, a 30 Unidades Astronómicas (UA) del Sol. Una UA corresponde a la distancia entre la Tierra y el Sol, cerca de 150 millones de km.
Más tarde, cuando Neptuno migró hasta situarse muy lejos de nuestra estrella, creó un inusual "vacío" de masa en esa región y los objetos pudieron ser expulsados hasta ocupar sus posiciones actuales. Demasiado lejos, opina Pfalzner, como para que "funcionen".
Junto a su equipo, sin embargo, la investigadora ha llegado a una conclusión muy diferente: esos objetos pudieron haberse formado mucho más lejos y haber sido perturbados después por una estrella de paso. La idea ya había sido propuesta anteriormente, pero muchos astrónomos la han descartado por ser demasiado improbable.
Para tratar de confirmarla, el equipo de investigadores utilizó datos recientes sobre el comportamiento de estrellas jóvenes para ejecutar miles de simulaciones de un hipotético sobrevuelo estelar. Y descubrieron que las probabilidades de que algo así ocurra son de aproximadamente 1 entre 4 para un período de mil millones de años, lo que significa que resulta razonablemente probable que un "incidente" de esta clase haya sucedido realmente en el pasado de nuestro sistema solar.
Los investigadores pusieron a punto un modelo del Sistema Solar primitivo en forma de un disco de partículas cuya densidad va disminuyendo a medida que nos alejamos de su centro, ocupado por el Sol. Algo similar a lo que se observa en otras estrellas. Y descubrieron que una estrella de masa similar al Sol que pasara a una distancia de entre 80 y 100 Unidades Astronómicas alteraría los objetos más externos, provocaría una abrupta caída de masa a unas 30 UA y produciría, en resumen, un resultado muy similar al que observamos en el Sistema Solar real.
El Planeta Nueve
El trabajo también hace referencia al hipotético Planeta Nueve, que algunos astrónomos creen que existe en los confines de nuestro sistema. Propuesto por primera vez en 2016 para explicar las extrañas órbitas de objetos como Sedna, creen que el Planeta Nueve (que debería tener unas 10 veces la masa de la Tierra) es demasiado pesado como para haberse formado tan lejos del Sol.
Pfalzner explica que su modelo sugiere que el Planeta Nueve, si es que existe, debería ser mucho más pequeño y tener, más o menos, la misma masa que la Tierra. Esto lo haría lo suficientemente masivo como para estabilizar la órbita de Sedna después de que el planeta enano fuera enviado lejos por la estrella errante.
Pfalzner admite que su modelo necesita de más investigación y reconoce que no reproduce todas las características del sistema solar exterior, aunque afirma que proporciona una explicación sólida para las órbitas de los objetos similares a Sedna, algo que los modelos actuales no consiguen.https://www.abc.es
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