Ilustración de artista de un hipotético planeta océano con dos satélites naturales. Fuente: Wikimedia. Crédito: Lucianomendez, 2011. |
Un “mundo de agua” es un caso extremo, un exoplaneta cubierto por un océano profundo, de quizás cientos de kilómetros de profundidad, y entre esos cincuenta hay varios que podrían ser candidatos a esta categoría. Los astrónomos subrayan que al menos dos de los planetas terrestres de nuestro sistema solar, la Tierra y Venus, podrían haber sido mundos de agua al principio de su evolución.
Uno de los factores críticos a la hora de determinar si un planeta podría realmente ser habitable es la presencia de una atmósfera duradera. Los océanos profundos de un mundo de agua aportan vapor de agua a su atmósfera, de modo que los científicos han intentado calcular lo estables que serían la atmósfera y el océano de un exoplaneta, especialmente frente a la evaporación por vientos procedentes de la estrella. Dado que la mayoría de los 50 ejemplos conocidos están en órbita cerca de estrellas pequeñas de tipo M, se encuentran muy expuestos a los viento estelares y a los fenómenos de meteorología espacial relacionados, aunque sus temperaturas puedan ser moderadas.
Los astrónomos han creado modelos de los efectos del viento estelar sobre el agua bajo varios escenarios posibles. Incluyen los efectos de campos magnéticos estelares, eyecciones de materia de la corona y la ionización y expulsión de la atmósfera. Los resultados indican que incluso un mundo de agua, si está en órbita alrededor de una estrella enana de tipo M, podría perder su atmósfera en unos mil millones de años, un tiempo relativamente breve para el posible desarrollo de vida.https://observatori.uv.es/
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