Flash de un impacto lunar. Crédito: proyecto NELIOTA. |
Durante el primer y el último cuartos de las fases de la Luna los astrónomos utilizan telescopios para observar la zona oscura de la Luna, esperando ver destellos diminutos de luz. Estos flashes son debidos a meteoriodes y pequeños asteroides que chocan contra la superficie lunar, a velocidades de hasta 25 km/s, ya que no hay una atmósfera que los frene, como ocurre en la Tierra.
Observando estos destellos los astrónomos pueden conocer mejor los asteroides pequeños cercanos a la Tierra y cómo pueden afectar a los satélites. Desde marzo de 2017 ESA financia el proyecto NELIOTA (Near-Earth object Lunar Impacts and Optical TrAnsients) que se realiza en el observatorio astronómico de Kryoneri (Grecia), utilizando un telescopio de 1.2 m. NELIOTA puede detectar flashes menos brillantes que otros telescopios que monitorizan la Luna. Ha registrado casi 30 eventos desde que empezó a funcionar y está ayudando a los astrónomos a conocer mejor los destellos.
“El telescopio posee dos ojos: uno observa en luz roja y otro en luz infrarroja. Combinando los datos de las dos cámaras podemos medir la temperatura de los flashes lunares, cosa que hemos hecho ahora por vez primera”, explica la Dra. Chrysa Avdellidou. “Disponiendo de la temperatura podemos estimar mejor la densidad del cuerpo impactor, lo que nos proporciona pistas acerca de la procedencia del material. ¿Se origina en asteroides o en cometas? Dado que los asteroides y cometas tienen composiciones y densidades diferentes, las medidas que estamos realizando nos ayudarán a responder a esta pregunta”.https://observatori.uv.es
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