domingo, 8 de octubre de 2017

El Big Bang podría ser la clave para entender el origen de los agujeros negros supermasivos

La ciencia avanza de forma agigantada y lo que una vez fue una idea, hoy el ser humano lo ha hecho una realidad. Un equipo de investigadores logró usar, con éxito, una simulación de super-computadora para recrear la formación de un agujero negro masivo de las corrientes supersónicas del gas que dejó el famoso Big Bang.

El estudio, publicado en la revista científica Science, ha mostrado a los científicos que el agujero negro que pudieron recrear podría ser la fuente del nacimiento y desarrollo de los agujeros negros supermasivos más grandes y antiguos del Universo.
Este es un progreso significativo. El origen de los monstruosos agujeros negros ha sido un misterio durante mucho tiempo y ahora tenemos una solución», indicó a Science Naoki Yoshida, autor principal del estudio e investigador en el Instituto Kavli para la Física y Matemáticas del Universo (Kavli IPMU).



La investigación se basa en los recientes descubrimientos de los agujeros negros supermasivos, situados a 13 mil millones de años luz de distancia, que corresponden a cuando el Universo era sólo el cinco por ciento de su edad actual. Estudios han sugerido que estos agujeros negros se formaron de restos de la primera generación de estrellas, o de un colapso gravitacional directo de una nube de gas primordial masiva.

El problema con esas teorías es que no concuerdan del todo a la hora de explicar la formación suficientemente rápida de los agujeros negros supermasivos o requieren condiciones muy particulares.
Yoshida y su compañero Shingo Hirano estudiaron durante años las diferentes teorías e identificaron un prometedor proceso físico a través del cual un enorme agujero negro podría formarse lo suficientemente rápido. La clave era incorporar el efecto de los movimientos supersónicos del gas con respecto a la materia oscura.

La revista Science indica que las simulaciones de las supercomputadoras mostraron que un enorme grupo de materia oscura se había formado cuando el universo tenía 100 millones de años. Las corrientes de gas supersónicas generadas por el Big Bang fueron capturadas por la materia oscura para formar una densa y turbulenta nube de gas y en el interior, una protoestrella comenzó a formarse, y debido a que el gas circundante proporcionó más que suficiente material para alimentarse, la estrella fue capaz de crecer muy grande en un corto periodo de tiempo.

«Una vez que llegamos a la masa de 34 mil veces la de nuestro Sol, la estrella se derrumbó por su propia gravedad, dejando un agujero negro masivo», explicó a Science Naoki Yoshida. «Estos agujeros negros masivos nacidos en el universo primitivo continuaron creciendo y fusionándose para convertirse en un agujero negro supermasivo»
Los científicos creen que estos nuevos resultados serán muy importantes para futuras investigaciones sobre el crecimiento de los agujeros negros masivos, sobre todo con el aumento que se ha tenido de avistamientos de agujeros negros en el universo.https://culturacolectiva.com

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