Durante las observaciones de la enana roja Ross 128, realizadas el 12 de mayo con el radiotelescopio de Arecibo, ubicado en Puerto Rico, los científicos detectaron peculiares señales procedentes de la estrella. Dos semanas más tarde, se percataron de su rara naturaleza. Las señales representaban pulsos cuasi-periódicos no polarizados de banda ancha con fuertes características de dispersión.
Sin embargo, las posibilidades de que pudieran ser indicios de vida extraterrestre son muy bajas. "La recurrente hipótesis extraterrestre viene después de muchas otras explicaciones mejores", ha escrito Abel Méndez, astrobiólogo y científico planetario que encabeza el laboratorio de Habitabilidad Planetaria de Arecibo de la Universidad de Puerto Rico.
Los científicos desconocen el origen de las señales, pero proponen tres explicaciones plausibles: que podrían ser emisiones similares a las llamaradas solares de tipo II, emisiones procedentes de otro objeto en el campo de visión de la estrella o destellos de un satélite en una órbita alta. Sin embargo, como las señales proceden únicamente de Ross 128, los astrónomos descartan que pudiera tratarse de interferencia electromagnética.
La próxima observación de la estrella enana roja está prevista para este domingo. "Tal vez pronto aclaremos la naturaleza de sus emisiones de radio, pero no hay garantías", señaló Méndez. Además de Ross 128, los científicos también observarán la estrella de Barnard. En el caso de que las señales resulten ser de naturaleza astronómica, Méndez promete celebrarlo con una piña colada preparada para la ocasión.https://www.cnet.com/
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