lustración de artista que representa el camino recorrido por la ráfaga rápida de radio FRB 181112 desde su lejana galaxia de origen hasta la Tierra. A lo largo de este camino, la ráfaga atraviesa el halo de una galaxia que se encuentra en su trayectoria. Crédito: ESO/M. Kornmesser.
Las ráfagas rápidas de radio (emisiones potentes en radio que solo duran unos pocos milisegundos) se originan, principalmente en fuentes muy lejanas, a miles de millones de años luz de nosotros. Durante su viaje, primero atraviesan el medio local, luego el medio interestelar de su galaxia anfitriona, atravesando posteriormente el halo de dicha galaxia, Una vez salen de ahí, viajan por el medio intergaláctico, quizás atravesando los halos de otras galaxias, hasta que llegan a la Vía Láctea, atraviesan su halo, luego su medio interestelar y, finalmente, llegan a nuestros detectores aquí en la Tierra.
Este viaje épico está lleno de obstrucciones: las ráfagas encuentran concentraciones de gas turbulento, ionizado y caliente que frenan su avance y dejan marcas en las señales que al final detectamos. En un estudio nuevo dirigido por Stella Ocker (Cornell University), los científicos han utilizado estas marcas para estudiar el gas ionizado que yace entre nosotros y las lejanas galaxias de origen de las ráfagas rápidas de radio.
Los resultados del estudio indican que los halos de las galaxias tienen poco impacto en la dispersión de la luz de las ráfagas rápidas de radio, además de constituir un valioso paso hacia adelante que permitirá en el futuro identificar las diferentes reservas de gas ionizado y el estudio de las fluctuaciones de densidad por el Universo.https://observatori.uv.es/lo-que-las-rafagas-rapidas-de-radio-nos-cuentan-sobre-los-halos-de-las-galaxias/
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