Matt Damon en la película The Martian |
"Los trajes espaciales son una de las primeras cosas que se te ocurren cuando piensas en la exploración del espacio", dice Kavya Manyapu a New Scientist, un ingeniero de pruebas y operaciones de tripulación de vuelo para la nave espacial Starliner en Boeing. Pero los trajes espaciales existentes no son ideales para trabajar en la superficie de la luna o Marte.
El polvo fue un gran problema para los astronautas en las diversas misiones Apolo de la NASA. Está cargado de electricidad estática proveniente de la radiación UV y el viento solar, y por su diminuto tamaño puede impregnarse sobre casi todo, obstruyendo los sensores y oscureciendo las partes blancas, causando un trastorno en el equilibrio térmico del traje.
Debido a que la atmósfera de nuestro satélite es muy pequeña, las partículas de polvo lunar no se erosionan suavemente por el viento y el agua como lo están en la Tierra. Estas se mantienen afiladas y abrasivos. Esto significa que los trajes espaciales experimentan una alta tasa de desgaste por el polvo, que se atasca en las juntas y otras partes que se frotan entre sí. Este problema se repite en Marte, aunque en menor intensidad.
Nanotubos de carbono
Por eso, Manyapu junto a Leora Pletz y Pablo de Leon están desarrollando trajes espaciales hechos con tecnología de nanotubos de carbono que funcionan como repelentes del polvo. Los trajes que se limpian a si solos podrían servir a los astronautas que viajan a la luna o incluso a Marte en misiones a largo plazo.
La tecnología no es totalmente nueva. La NASA ha estado trabajando con un material de nanotubos de carbono para evitar que el polvo lunar obstruya los paneles solares. El problema es que este material es frágil y plano: el desafío de Manyapu era tratar de hacer una versión que fuera elástica, flexible y portátil.
Los investigadores recurrieron a las fibras de nanotubos de carbono flexibles, creando una sección de la articulación de la rodilla (presurizada) para mantener el oxígeno en el interior como lo sería en el espacio para realizar pruebas con simulaciones de polvo marciano y lunar. El truco es que los nanotubos de carbono están energizados con un campo eléctrico, lo que significa que repelen el polvo del traje a través de un proceso llamado electroforesis.
Esencialmente, es lo opuesto a tener un objeto con estática al que todo se adhiere. Los científicos han bautizado al prototipo como: SPIcDER, que son las siglas de SPacesuit Integrated carbon nanotube Dust Ejection/Removal (Traje Espacial de Remoción/Expulsión a través de nanotubos de carbono).
"Todo el sistema es personalizable y optimizable", dice Manyapu, y agrega que puede doblarse y construirse en diferentes formas y operar en la luna, Marte o incluso asteroides con problemas de polvo. Además, asegura que el próximo paso será llevar estos trajes al espacio para realizar más pruebas.
En los últimos años, diversos esfuerzos han aparecido con el fin de construir trajes espaciales cada vez más versátiles. Por ejemplo, a comienzos del 2017, NASA presentó un traje que recordaba mucho al de 2001: Odisea en el Espacio.https://nmas1.org/news/2019/01/07/SPIcDER-polvo-marte-luna
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