miércoles, 10 de febrero de 2016

Canibalismo entre estrellas

Simulación de un disco circumestelar inestable gravitatoriamente utilizando cálculos hidrodinámicos. En el disco se forman embriones protoplanetarios gracias a la fragmentación por la gravedad. Las tres imágenes pequeñas muestran la desaparición posterior de la concentración de materia en la estrella. Crédito: Eduard Vorobyov, Universität Wien.
Las estrellas no acumulan su masa final de manera constante sino en series de episodios violentos que se manifiestan con bruscos aumentos del brillo de la estrella. Según esta teoría de Eduard Vorobyov de la Universidad de Viena, el aumento del brillo estelar puede ser causado por fragmentación debida a inestabilidades gravitacionales en discos gaseosos masivos que rodean estrellas jóvenes, seguidos por la migración de densas masas compactas de gas hacia la estrella. Este “canibalismo”, tal como lo describe Vorobyov, ha sido comprobado por primera vez gracias al empleo de instrumentos de observación avanzados.


Las estrellas nacen dentro de una nube de gas y polvo interestelares que está girando y que se contrae por su propia gravedad hasta alcanzar la densidad de una estrella. Sin embargo, la mayor parte de la nube se encuentra en un disco circumestelar que se forma alrededor de la estrella antes de precipitarse hacia ella. Se pensaba que las estrellas van acumulando materia del disco de manera progresiva hasta alcanzar su masa final, pero una nueva investigación demuestra que en realidad lo hacen en episodios violentos durante los cuales la estrella aumenta bruscamente de brillo. La joven estrella FU Orionis de la constelación de Orión es el ejemplo prototipo, habiendo aumentado 250 veces su brillo en sólo un año, y ya ha permanecido en este estado de alta luminosidad durante casi un siglo.

Un mecanismo posible que explique el fenómeno es el publicado ahora por Vorobyov, en el que describe la formación de concentraciones de materia en el disco circumestelar seguida por su migración hacia la estrella, proceso que describe como un “canibalismo a escalas astronómicas”. Estas aglomeraciones podrían haber madurado formando planetas gigantes como Júpiter, pero en cambio han acabado engullidas por la estrella progenitora.http://observatori.uv.es/

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