Ilustración de artista de un gran planeta rocoso similar al llamado BD+20594b, recientemente descubierto. Crédito: JPL-Caltech/NASA. |
Pero gracias a la nave espacial Kepler y a su capacidad de observar y tomar datos de otros sistemas solares lejanos, hemos encontrado un planeta rocoso que es mayor de lo que pensábamos que podía ser posible. El planeta, llamado BD+20594b, tienen la mitad del diámetro de Neptuno y está formado completamente por roca.
El planeta se encuentra a unos 500 años luz en la constelación de Aries. Es unas 16 veces más masivo que la Tierra y su densidad es de unos 8 gramos por centímetro cúbico. Fue descubierto por primera vez en 2015 cuando pasaba entre el satélite Kepler y su estrella nodriza. Como en muchos descubrimientos, también ayudó la suerte. La estrella progenitora de BD+20594b es excepcionalmente brillante, lo que permitió realizar observaciones más detalladas de lo que es posible en el caso de la mayoría de los exoplanetas.
El descubrimiento de BD+20594b es importante por un par de razones. Primero nos demuestra que hay más miga detrás de la formación de planetas de lo que se pensaba. Hay más variedad en las composiciones de los planetas de los que sabíamos mirando nuestro propio Sistema Solar. Segundo, comparar BD+20594b con otros planetas similares, como Kepler 10c (un candidato anterior a ser el mayor planeta rocoso) proporciona a los astrofísicos un laboratorio excelente para comprobar las teorías de formación de planetas.http://observatori.uv.es/
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