lunes, 22 de febrero de 2016

Desvelando los misterios del Sistema Solar: los meteoritos perdidos de la Antártida

Una reserva escondida de meteoritos ricos en hierro que podría encerrar secretos de la formación del
magen de un meteorito sobre el hielo de la Antártida. El contraste de color con el hielo y su concentración en ciertas zonas debido a los flujos del hielo antártico permiten detectarlos con facilidad. Fuente: The University of Manchester.
Sistema Solar quizás se encuentra bajo la capa de hielo de la Antártida, según investigadores de la Universidad de Manchester. Su artículo, publicado en Nature Communications, sugiere que estos meteoritos podrían encontrarse a solo entre 10 y 50 cm bajo la superficie, lo que haría factible recuperarlos.

Aunque los meteoritos caen de manera uniforme sobre la superficie de la Tierra, más de dos tercios del número total de meteoritos recuperados han sido hallados en la Antártida, en parte debido al contraste entre la superficie blanca antártica y los meteoritos oscuros posados sobre ella. Sin embargo, la razón principal es la dinámica del flujo del hielo, que transporta y concentra los meteoritos enterrados en el hielo durante cientos de años hacia regiones concretas de la superficie conocidas como Zonas de Encallado de Meteoritos (MSZ de sus iniciales en inglés). Esto ha permitido la realización de misiones de recolección de meteoritos muy fructíferas a las MSZ desde la década de 1970, proporcionando datos colosales para los científicos planetarios, obteniéndose muchas muestras de meteoritos lunares y marcianos.


Sin embargo, se encuentran muchos menos meteoritos de hierro en la Antártida que en otros lugares de la Tierra. La razón de esta escasez ha sido un misterio hasta ahora, pero el Dr. Geoff Evatt y su equipo parecen haber encontrado la solución. Proponen que los meteoritos desaparecen debido a que los rayos del Sol penetran en el hielo transparente de las MSZ y calienta las rocas ricas en hierro más que las no metálicas. Este calentamiento funde el hielo que rodea al meteorito, haciendo que se hunda y escape del flujo anual ascendente, atrapando los meteoritos de forma permanente justo bajo la superficie.

Los autores han combinado experimentos de laboratorio con modelos matemáticos para demostrar que los procesos típicos de descongelación y congelación cancelarían el transporte hacia la superficie de los meteoritos que tengan una alta conductividad térmica (por ejemplo, lo que contienen hierro), permitiendo a los de conductividades menores emerger del hielo.http://observatori.uv.es/

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