miércoles, 15 de mayo de 2013

La clave para la evolución molecular del carbono cósmico

Los científicos del Centro de Investigación Ames de la NASA, ahora tienen la capacidad de investigar sistemáticamente la evolución molecular de carbono cósmico. Por primera vez, los científicos son capaces de interpretar de forma automática las emisiones desconocidas infrarroja proveniente del espacio que provienen de moléculas orgánicas sorprendentemente complejas, llamados hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), que son abundantes e importantes en todo el universo.


Entre 2003 y 2005, gracias a su sensibilidad sin precedentes, el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA, gestionados y operados por el Laboratorio de la NASA Jet Propulsion en Pasadena, California, los mapas creados de la firma PAH revelaron a través de grandes regiones del espacio,  las regiones calientes de dura  radiación ultravioleta (UV) cerca a las estrellas, al frío,a nubes oscuras donde las estrellas y los planetas se forman.

 Exclusivamente con su colección única de auténticos espectros PAH, junto con los análisis de algoritmo , científicos de Ames fueron capaces de interpretar los mapas infrarrojos cósmicos con las moléculas orgánicas complejas. Ellos encontraron que los PAH cambiaron significativamente en tamaño, carga eléctrica y la estructura, para adaptarse a los diferentes entorno en cada punto en el mapa. El carbono es uno de los átomos más abundantes en el espacio y los científicos creen que los cambios espectrales a través de estos mapas trazan la evolución molecular de carbono a través del universo.

Los resultados fueron publicados el 14 de mayo en "Propiedades de los HAP en el noroeste del PDR de NGC 7023: 1 Tamaño PAH, carga, composición y distribución de la estructura," Astrophysical Journal, vol. 769 (2) del artículo 117, 2013.

Para determinar los cambios espectrales a través de estos mapas, estos astrofísicos utilizan los espectros de HAP recogido en la base de datos de HAP espectroscópico IR ( http://www.astrochem.org/pahdb/ ) en Ames. Analizaron el mapa infrarrojo Spitzer de la nebulosa Iris (NGC 7023) que aloja tanto el ambiente extremo de una región cercana a una estrella, así como el entorno más protegido, benigno de una nube molecular fría.
Este trabajo fue apoyado por el carbono de la NASA en el Galaxy Consorcio bajo los auspicios del Programa de Investigación y Análisis de Astrofísica (APRA).http://astrobiology.com/

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