martes, 15 de agosto de 2017

La escala de Kardashov

El monolito de 2001, una odisea del espacio
La distancia media de la Tierra al Sol es de unos 149,6 millones de kilómetros. Una esfera de Dyson  que solo englobara a nuestro planeta (junto con Mercurio, Venus y la Luna) tendría que tener, por tanto, unos 150 millones de kilómetros de radio como mínimo, lo que supone una superficie de unos 3.1023 m2. Una “cáscara de huevo” de este tamaño y apenas 1mm de grosor tendría un volumen de 3.1020 m3, y pesaría otras tantas toneladas si se construyera con un material ligero de densidad similar a la del agua. La masa total de los asteroides se estima en unas 3.1018 toneladas, por lo que habría que echar mano de algún satélite para conseguir las materias primas. Y para una esfera de diez centímetros de grosor, habría que centuplicar los recursos necesarios.




Si nos conformáramos con una esfera de Dyson no compacta, o con un anillo que rodeara el Sol en el plano de la eclíptica, tal vez tendríamos bastante con los materiales contenidos en el cinturón de asteroides, lo cual simplificaría notablemente la empresa. En cualquier caso, huelga señalar que un proyecto de esta envergadura queda muy lejos de nuestras posibilidades actuales.

Tres tipos de civilizaciones

En 1964, el astrofísico soviético Nikolái Kardashov propuso un criterio de clasificación de las civilizaciones en función de su grado de aprovechamiento de los recursos energéticos. Según la escala de Kardashov, habría tres grandes tipos de civilizaciones: las de Tipo I serían las que pueden utilizar todos los recursos energéticos de su planeta; las de Tipo II, las capaces de utilizar todos los recursos de su estrella y su sistema planetario; y las de Tipo III, las que pueden utilizar todos los recursos energéticos de su galaxia. Obviamente, las capacidades de tipo II y III implican también la posibilidad de colonizar el espacio a escala estelar o galáctica.

En 1964, el astrofísico soviético Nikolái Kardashov propuso un criterio de clasificación de las civilizaciones en función de su grado de aprovechamiento de los recursos energéticos

Los emblemáticos monolitos de 2001, una odisea del espacio podrían ser exponentes de una civilización de Tipo III, mientras que la nuestra no llega siquiera al Tipo I, ya que aún no podemos utilizar plenamente los recursos energéticos terrestres. Carl Sagan estimó que nos corresponde una puntuación de 0,7 en la escala de Kardashov (tomando como unidad el Tipo I), y según el físico teórico y futurólogo Michio Kaku podríamos alcanzar el Tipo I en un siglo o dos; pero aún nos faltan varios milenios para alcanzar el Tipo II (¿estamos de acuerdo con el prestigioso físico estadounidense?).

Además de los misteriosos constructores de los monolitos de 2001, la literatura y el cine de ciencia ficción ofrecen numerosos ejemplos de “imperios galácticos” más o menos afines a las civilizaciones de Tipo III (el ciclo de las Fundaciones de Asimov sigue siendo mi exponente favorito). Invito a mis sagaces lectoras y lectores a comentar los ejemplos que consideren más interesantes, así como a exponer sus propias reflexiones sobre la escala de Kardashov.
Carlo Frabetti es escritor y matemático, miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York. Ha publicado más de 50 obras de divulgación científica para adultos, niños y jóvenes, entre ellos Maldita física, Malditas matemáticas o El gran juego. Fue guionista de La bola de cristal.
https://elpais.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario