martes, 23 de diciembre de 2014
Una nueva animación sigue el extraño y largo recorrido del asteroide Bennu
Nacido a partir de los escombros de una violenta colisión, lanzado a través del espacio durante millones de años y desmembrado por la gravedad de los planetas, el asteroide Bennu tuvo una vida difícil en un peligroso vecindario: el incipiente sistema solar.“El viaje de Bennu”, una nueva animación creada en el Centro Goddard para Vuelos Espaciales (Goddard Space Flight Center, en idioma inglés), de la NASA, ubicado en Greenbelt, Maryland, muestra lo que se conoce y lo sigue siendo un misterio sobre la vida de Bennu y el origen del sistema solar.
“Vamos a Bennu porque queremos saber lo que ha experimentado a lo largo de su evolución”, dijo Edward Beshore, un investigador adjunto principal de la misión de la NASA, en la Universidad de Arizona. Dicha misión tiene el objetivo de recolectar muestras del asteroide y su nombre es Nave Exploradora de Regolito con Capacidad de Interpretación Espectral y de Orígenes, Identificación de Recursos y Seguridad (Origins, Spectral Interpretation, Resource Identification, Security – Regolith Explorer u OSIRIS-REx, por su acrónimo en idioma inglés). (insert link) La misión se lanzará hacia Bennu a fines de 2016, llegará al asteroide en 2018 y regresará con una muestra de la superficie de Bennu en el año 2023. “Las experiencias de Bennu nos dirán más sobre el origen de nuestro sistema solar y sobre cómo evolucionó. Como los detectives en una serie policial, examinaremos trozos de evidencia de Bennu con el fin de entender de manera más acabada la historia del sistema solar, que, en última instancia, es la historia de nuestro origen”.
El video comienza con una toma de la galaxia y se enfoca en una nebulosa; una inmensa nube de gas y polvo expulsada de las explosiones de estrellas moribundas. A partir de las observaciones de otras regiones de formación estelar en nuestra galaxia, los científicos tienen una buena idea de los lineamientos básicos del origen de nuestro sistema solar, según Beshore. Tal como se muestra en la animación, la explosión de una estrella cercana perturba el material de la nebulosa, haciendo que parte del mismo colapse bajo su propia gravedad y forme un disco de material que rodea al infante Sol.
Dentro de este disco, las partículas de polvo se calientan rápidamente y forman roca fundida que se solidifica para convertirse en cóndrulos, los cuales son algunos de los bloques fundamentales del sistema solar. Los cóndrulos se muestran en la animación aglomerándose mediante fuerzas electrostáticas y gravitacionales para convertirse en asteroides y planetas.
Los cóndrulos pueden formar gran parte del material de Bennu. “En los planetas como la Tierra, los materiales originales han sido profundamente alterados por la actividad geológica y las reacciones químicas con la atmósfera y el agua. Pensamos que es posible que Bennu haya sufrido pocos cambios, así que este asteroide es como una cápsula del tiempo que podremos examinar”, dijo Beshore. Mediante el análisis de la muestra recolectada en Bennu, el equipo de OSIRIS-REx podrá examinar parte del material más prístino que se pueda encontrar en cualquier parte del sistema solar.
También es posible que Bennu albergue material orgánico del joven sistema solar. La materia orgánica está compuesta de moléculas que contienen átomos principalmente de carbono e hidrógeno y es fundamental para la vida terrestre. El análisis de cualquier material orgánico encontrado en Bennu dará a científicos un inventario de los materiales que estaban presente en los comienzos del sistema solar, los cuales pueden haber tenido un papel en el origen de la vida. “Al traer este material de vuelta a la Tierra, podemos hacer un análisis mucho más profundo que el que podamos realizar con instrumentos en una nave espacial, debido a los límites prácticos respecto del tamaño, la masa y el consumo de energía”, dijo Beshore. “También guardaremos los materiales que se hayan traído a la Tierra para que las generaciones futuras los puedan estudiar con los instrumentos y las capacidades que ni siquiera podemos imaginar ahora”.
La misión también contribuirá con la Misión para el Redireccionamiento de Asteroides (Asteroid Redirect Mission o ARM, por su acrónimo en idioma inglés), de la NASA, la cual identificará, capturará y redireccionará un asteroide cercano a la Tierra a una órbita estable alrededor de la Luna, donde los astronautas lo explorarán en la década de 2020, y luego regresarán con muestras. ARM es parte del plan de la NASA para avanzar en nuevas capacidades necesarias para las futuras misiones tripuladas a Marte. OSIRIS-REx también apoyará los esfuerzos de la entidad para poder comprender la población de objetos cercanos a la Tierra potencialmente peligrosos y clasificar a aquellos más convenientes para misiones futuras de exploración de asteroides.
En sus inicios, el sistema solar era bastante caótico. Cráteres de impacto gigante en todo el sistema solar interior indican que pudo haber un “bombardeo pesado tardío” por parte de los asteroides hace aproximadamente 4.100 millones a 3.800 millones de años, cerca de cuando se produjo el origen de la vida en la Tierra. El video muestra una teoría que apoya esto. Júpiter, el planeta masivo y “gigante gaseoso”, comenzó a migrar hacia el interior más cerca del Sol debido a las interacciones gravitacionales con los planetas gigantes de gas externos. La gravedad de Júpiter perturbó el cinturón de asteroides, lanzando de este modo muchos asteroides más cerca del Sol, con lo cual algunos chocaron con los planetas terrestres, incluyendo a la Tierra. Este bombardeo de asteroides puede haber sido una fuente importante de materia orgánica y de agua para la Tierra primitiva.
Después de este bombardeo, las cosas se calmaron un poco, pero de vez en cuando se produjeron masivas colisiones, como la que el video muestra entre un asteroide y un planetesimal, hace alrededor de mil millones de años. Los científicos creen que una colisión como esta pudo haber ocasionado el nacimiento de Bennu, y el video muestra la formación del asteroide a medida que parte de los escombros de la colisión se une lentamente bajo su propia gravedad débil.
Las mediciones revelan que la densidad de Bennu es menor que la de la roca, por lo que los científicos creen que es posible que el asteroide tenga huecos en su interior, según Beshore. A un asteroide como este se lo llama “pila de escombros”; un grupo apenas unido, compuesto de piedras, roca y polvo.
Bennu es también bastante oscuro. Como una carretera asfaltada en un día caluroso, absorbe la mayor parte de la luz del Sol que lo golpea y luego irradia esta energía como calor. Esta radiación da a Bennu un pequeño empujón, llamado el efecto Yarkovsky, que cambia su órbita gradualmente con paso del tiempo. La animación muestra cómo el efecto Yarkovsky hace que Bennu migre hasta que encuentra una supuesta resonancia gravitacional con el planeta Saturno. Los tirones regulares que realiza esta resonancia finalmente empujan a Bennu hacia el interior del sistema solar, donde tiene repetidos encuentros cercanos con Venus y con la Tierra. Estos encuentros separan los escombros de la pila que es Bennu, dándolo vuelta de adentro hacia afuera y otorgándole una nueva forma al asteroide.
Según Beshore, como Bennu se acerca a la Tierra, hay una pequeña posibilidad (alrededor de 1 en 2.500) de que golpee a nuestro planeta a finales del siglo XXII. “Obtendremos las medidas exactas del efecto Yarkovsky sobre Bennu a través del seguimiento preciso de OSIRIS-REx a medida que gira alrededor del asteroide”, dijo Beshore. “Además, el conjunto de instrumentos que lleva la nave espacial se adapta perfectamente para medir todas las cosas que contribuyen al efecto Yarkovsky, tales como la composición, el transporte de energía a través de la superficie, la temperatura y la topografía de Bennu. Si los astrónomos detectan algún día un asteroide que representa un riesgo de impacto para la Tierra, el primer paso será reunir más información sobre ese asteroide. Afortunadamente, la misión de OSIRIS-REx nos habrá dado la experiencia y las herramientas necesarias para hacer el trabajo”.
La animación termina con la nave OSIRIS-REx ingresando en órbita de Bennu para contar la historia del largo y extraño viaje del asteroide; un viaje que promete revelar los secretos del sistema solar y, tal vez, de nuestros propios orígenes.http://ciencia.nasa.gov/ciencias-especiales
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