Los primeros mapas globales de CO2 atmosférico de la nueva misión OCO-2 de la NASA revelan concentraciones elevadas en todo el hemisferio sur por la quema de biomasa durante la primavera.
En una conferencia en la reunión de la Unión Geofísica Americana en San Francisco, científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA; la Universidad del Estado de Colorado (CSU), y el Instituto de Tecnología de Pasadena, presentaron los mapas de dióxido de carbono y un fenómeno relacionado conocido como fluorescencia de la clorofila inducida por el sol y expuso sus posibles implicaciones.
Un mapa global comprendido entre el 1 de octubre hasta el 17 de noviembre muestra concentraciones de dióxido de carbono elevadas en la atmósfera sobre el norte de Australia, África del sur y el este de Brasil.
"El análisis preliminar muestra que estas señales son determinadas en gran medida por la quema estacional de sabanas y bosques", dijo la científica de la misión OCO-2 (Orbiting Carbon Observatory-2) Annmarie Eldering, del JPL. El equipo está comparando estas mediciones con los datos de otros satélites para aclarar qué parte de la concentración observada es probablemente debido a la quema de biomasa.
El período de tiempo cubierto por los nuevos mapas es primavera en el hemisferio sur, cuando los incendios agrícolas y el desmonte de tierras están muy extendidos. El impacto de estas actividades en el dióxido de carbono global no ha sido bien cuantificado. A medida que OCO-2 adquiera más datos, dijo Eldering, sus mediciones del hemisferio sur podrían conducir a una mejor comprensión de la importancia relativa en estas regiones de la fotosíntesis en las plantas tropicales, lo que elimina el dióxido de carbono de la atmósfera, y la quema de biomasa, que libera dióxido de carbono a la atmósfera.
El dióxido de carbono en la atmósfera no tiene características distintivas para mostrar cuál es su fuente. El dióxido de carbono elevado sobre una región podría tener una causa natural - por ejemplo, una sequía que reduce el crecimiento de las plantas - o una causa humana. El nuevo estudio proporciona un mapa con un nuevo tipo de análisis de los datos de OCO-2 que puede ayudar a los científicos a distinguir las fuentes naturales del gas.
A través de la fotosíntesis, las plantas eliminan el dióxido de carbono del aire y utilizan la luz solar para sintetizar el carbono en los alimentos. Las plantas terminan retornando un uno por ciento de la luz del sol en longitudes de onda más largas. Con el uso de uno de los tres espectrómetros de OCO-2, los científicos pueden medir esta luz reemitida, conocida como fluorescencia de la clorofila inducida por el sol (SIF).
Se puede medir incluso a través de nubes moderadamente gruesas, por lo que será especialmente útil en la comprensión de regiones como el Amazonas, donde la nubosidad frustra observaciones de otros instrumentos en vehículos espaciales.http://www.europapress.es/ciencia
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