del Instituto de Investigación del Suroeste
En los primeros 300 días de la misión Laboratorio de Ciencia de Marte de la NASA, el rover Curiosity navegó por el cráter Gale del planeta, recogiendo muestras de suelo e investigando la composición de las rocas. Por su parte, el Detector de Evaluación de Radiación hizo mediciones detalladas de la radiación ambiente en la superficie de Marte.
“Nuestras medidas proporcionan información crucial para las misiones humanas a Marte”, señaló Dr. Don Hassler, un director de programa del Instituto de Investigación del Suroeste. Hassler es el autor principal de “Mars’ Surface Radiation Environment Measured with the Mars Science Laboratory’s Curiosity Rover”, artículo publicado en la revista Science. “Continuamos estudiando la radiación ambiental, y ver los efectos de las grandes tormentas solares en la superficie en diferentes momentos del ciclo solar aportará datos adicionales”. Esas mediciones también serán importantes para saber más sobre la habitabilidad. Las fuentes de radiación que son de preocupación para la salud humana también afectan la supervivencia microbiana, así como a la preservación de los productos orgánicos químicos.
Dos formas de radiación son potencialmente peligrosas para la salud de los astronautas: una dosis baja crónica de rayos cósmicos galácticos y la posibilidad de exposición a corto plazo a las partículas energéticas solares asociadas a las erupciones solares y eyecciones de masa coronal. La radiación en Marte es mucho más dura que en la Tierra por dos razones: Marte carece de un campo magnético global y la atmósfera de Marte es mucho más delgada que la de nuestro planeta, por lo que poca es la protección que puede ofrecer a la superficie del Planeta Rojo.
Este factor es un desafío para la futura exploración humana de Marte y es también importante en la comprensión de la evolución, tanto geológica como potencial biológica en Marte.http://observatori.uv.es
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