domingo, 20 de enero de 2013

Un tesoro escondido en la Gran Nube de Magallanes

de ESA

A casi 200 000 años-luz de la Tierra, la Gran Nube de Magallanes, una galaxia satélite de la Vía Láctea, flota en el espacio, en una larga y lenta danza alrededor de nuestra propia galaxia. Extensas nubes de gas en su interior colapsan lentamente para formar nuevas estrellas. A su vez, éstas iluminan las nubes de gas en un derroche de colores, visibles en una nueva imagen del telescopio espacia Hubble de NASA/ESA.


La gran Nube de Magallanes (LMC) está en llamas con regiones de formación estelar. Desde la Nebulosa de la Tarántula, el vivero estelar más brillante de nuestro vecindario cósmico, hasta LHA 120-N 11, parte de la cual se muestra en la imagen del Hubble, la pequeña e irregular galaxia está salpicada con nebulosas resplandecientes, el signo más evidente de que están naciendo estrellas nuevas.

La LMC se encuentra en una posición ideal para que los astrónomos estudien los fenómenos que rodean la formación estelar. Se encuentra en un lugar afortunado del cielo, suficientemente lejos del plano de la Vía Láctea, que no es superado en brillo por demasiadas estrellas cercanas, ni oscurecido por el polvo del centro de la Vía Láctea. También está suficientemente cercana para estudiarla con detalle (a menos de una décima parte de la distancia a la galaxia de Andrómeda, la galaxia espiral más cercana), y está colocada casi completamente de frente a nosotros, proporcionándonos una vista de pájaro de ella.

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