Un equipo internacional de astrofísicos ha demostrado que los sistemas planetarios con estrellas binarias muy distantes son particularmente susceptibles a las interrupciones violentas, más que si tienen compañeros estelares con órbitas más estrictos que los rodean, según publica la revista 'Nature'.
A diferencia del Sol, muchas estrellas son miembros de sistemas binarios de estrellas en los que dos estrellas orbitan entre sí y los sistemas planetarios de estas estrellas puede ser alterados por la gravedad de su estrella compañera. Las órbitas de muy lejanos o anchos compañeros estelares a menudo llegan a ser muy excéntricas, es decir, menos circulares, con el tiempo, conduciendo a la estrella una vez lejana a una órbita profunda que pasa muy cerca de los planetas una vez por período orbital.
La gravedad de este compañero cercano de paso puede causar estragos en los sistemas planetarios, lo que provoca dispersiones planetarias y eyecciones de pares. "Las órbitas estelares binarias lejanas son muy sensibles a las perturbaciones de otras estrellas pasajeras, así como el campo de marea de la Vía Láctea", dijo Nathan Kaib, autor principal del estudio.
"Esto hace que sus órbitas estelares cambien constantemente su excentricidad, su grado de circularidad. Si un binario lejano dura lo suficiente, con el tiempo se encontrará con una excentricidad orbital muy alta en algún momento de su vida", matiza este astrónomo del Centro Interdisciplinario para la Exploración e Investigación en Astrofísica (CIERA) y el Departamento de Física y Astronomía de la Universidad de Northwestern.
Cuando una órbita binaria lejana se convierte en muy excéntrica, las dos estrellas pasarán muy cerca juntas una vez por órbita en un lado de la elipse orbital, mientras que están muy lejos en el otro lado de la elipse. Según los investigadores, esto puede tener consecuencias nefastas para los planetas en estos sistemas, ya que la gravedad de una estrella de primer paso puede cambiar radicalmente las órbitas planetarias alrededor de la otra estrella, provocando la dispersión de los planetas entre sí y, a veces se expulsa al espacio interestelar.
"Este proceso se lleva a cientos de millones de años, si no miles de millones de años para realizar en estos binarios. Consecuentemente, los planetas en estos sistemas inicialmente se forman y evolucionan como si orbitara una estrella aislada", dijo Kaib, que presentará los hallazgos esta semana en la 221 reunión de la Sociedad Astronómica Americana en Long Beach, California (Estados Unidos). A ello añade que es sólo mucho más tarde cuando se empiezan a sentir los efectos de su estrella compañera, que a menudo conduce a la disrupción del sistema planetario.
"También encontramos que hay pruebas sustanciales de que este proceso se produce regularmente en conocidos sistemas planetarios extrasolares", dijo profesor de física de Martin Duncan, de la Universidad de Queen.
Se cree que los planetas se forman en órbitas circulares y sólo se piensa que alcanzan órbitas muy excéntricas a través de poderosas y/o violentas perturbaciones, según este experto, que explica que al fijarse en las excentricidades orbitales de los planetas que se sabe que residen en binarias abiertas, se encuentra que son estadísticamente más excéntricas que los planetas alrededor de estrellas aisladas como el Sol.
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