jueves, 10 de octubre de 2019

La ciencia del Sol tiene un futuro brillante en la Luna

Animación de un eclipse de sol total. Crédito: NASA’s Goddard Space Flight Center/Conceptual Image Lab.
Hay muchas razones por las que NASA lleva a cabo la misión Artemisa para poner astronautas en la Luna antes en 2024: es un modo crucial de estudio de la propia Luna y un paso hacia Marte. Pero es también un lugar magnífico para conocer más sobre cómo proteger a la Tierra.


Los heliofísicos – científicos que estudian el Sol y su influencia sobre la Tierra – enviarán también sus propias misiones como parte de Artemisa. Su objetivo es comprender mejor el ambiente espacial complejo que rodea nuestro planeta, controlado en su mayor parte por nuestro Sol. Cuanto mejor conozcamos ese sistema mejor podremos proteger la tecnología espacial, las comunicaciones en radio y las redes eléctricas frente a la ira de nuestra estrella más cercana.

La Luna ofrece a los heliofísicos una base estable para sus instrumentos, al contrario que los satélites espaciales que se mueven bastante. Un telescopio solar en órbita alrededor de la Luna podría observar eclipses siempre que se quisiera. Los datos obtenidos por los diversos instrumentos no se verán afectados por el campo magnético de la Tierra. La Luna, al ser un cuerpo sin atmósfera, agua líquida o tectónica de placas, conserva registros de cómo fue el Sol en su juventud. Y, por último, servirá como banco de pruebas para una misión a Marte.https://observatori.uv.es/la-ciencia-del-sol-tiene-un-futuro-brillante-en-la-luna/

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