Un nuevo trabajo científico señala que nuestro sistema planetario se se originó en el interior de un denso caparazón formado por una nube de gas y polvo enorme que se encuentra cerca de una estrella gigante del estilo Wolf-Rayet.
La investigación fue realizada por astrónomos de la Universidad de Chicago y de la de Clemson, en Estados Unidos, y presentaron un nuevo modelo mediante una animación acelerada para explicar la formación del sistema solar.
Las estrellas Wolf-Rayet tienen un tamaño entre 40 y 50 veces mayor que el Sol y a su alrededor pueden formarse estructuras parecidas a una capa densa de burbujas a partir del gas y polvo que emiten. Las estructuras se denominan también 'burbujas Wolf-Rayet'.
Este tipo de estrella de temperaturas superficiales de más de 25.000 - 50.000 K y elevadas luminosidades, fueron descubiertas por los astrónomos franceses Charles Wolf y Georges Rayet, quienes identificaron en la constelación del Cisne tres estrellas peculiares con bandas de emisión brillantes y colores amarillos.
"El caparazón de una burbuja Wolf-Rayet es un buen lugar para la aparición de estrellas, porque el polvo y el gas quedan atrapados en el interior, donde pueden condensarse", comentó el profesor de la Universidad de Chicago, Nicolas Dauphas y uno de los autores del estudio.
El equipo estima que del 1% al 16% de todas las estrellas similares al Sol podrían haberse formado en dichos 'viveros' estelares. Hasta ahora se creía que nuestro sistema planetario se formó hace miles de millones de años cerca de una supernova.https://www.diarioregistrado.com
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