La Agencia Espacial Europea (ESA) ha publicado una lista con las razones por las que la impresión en 3D puede cambiar la exploración espacial. Esta iniciativa pretende dar a conocer el potencial de esta nueva tecnología, prometedora para transformar el modo en el que se diseñan actualmente las misiones al espacio.
Las aplicaciones que se pueden llevar a cabo gracias a este sistema van desde la creación de elementos pequeños, la fabricación de válvulas más ligeras, por ejemplo, hasta ambiciosos proyectos como la construcción de una base lunar.
La ESA apunta a que la impresión 3D puede ayudar a superar "muchos de los problemas de fabricación" a los que las misiones se han enfrentado tradicionalmente. "El espacio es un sector industrial de bajo volumen, es necesaria una cantidad relativamente pequeña de las partes, pero éstas deben estar muy bien hechas", ha explicado el experto de la Sección de Tecnología de Materiales de la ESA, Laurent Pambaguian.
De este modo, surgen problemas como que, "por ejemplo, se requieran varios kilos de una materia determinada, pero luego encontrar que sólo está disponible para comprar en bultos de 10 toneladas", ha añadido, para explicar que con la impresión 3D se podrían construir las piezas justas que necesitan los ingenieros.
Pero antes de llevar a cabo el procedimiento 'oficial', los diseñadores han elaborado algunas piezas impresas a modo de prueba. Desde que en 2009 la ESA empezara a investigar este sistema, ya se han 'copiado' algunas piezas usadas, para comprobar que la impresión es eficaz y que sus creaciones tienen la calidad necesarias para formar parte, el día de mañana, de una nave espacial o un dispositivo de seguridad.
"El primer elemento que produjimos es una copia de titanio de acero inoxidable de una válvula de cierre de agua", ha explicado Laurent. "Esto ya ha sido usado en el módulo europeo Columbus, en la Estación Espacial, como parte de su plomería. "Elegimos esta válvula porque contiene paredes gruesas y delgadas, así como una soldadura", ha indicado el científico, que ha señalado que se ha conseguido reproducir la pieza con éxito y "a un precio asequible" sólo "cambiando el material y reduciendo la masa de elemento en un 40 por ciento".
En el currículum de la Agencia Espacial Europea en impresión 3D también hay celosías ligeras, filtros o partes de motores, según indica en su página web.
A su juicio, aún queda "un largo camino" para que este sistema se convierta en "rutinario" en el sector espacial pero, el investigador reconoce que "se están haciendo grandes progresos" con la elaboración ocasional de este tipo de piezas. Además, ya se ha impreso hasta en órbita, concretamente, una caja de herramientas de plástico.
La NASA también ha anunciado sus planes de hacer llegar una máquina de impresión 3D en plástico a la Estación Espacial Internacional. Mientras tanto, la ESA y la Comisión Europea se han embarcado en un proyecto --llamado AMAZE-- para perfeccionar el sistema con componentes de metal de calidad espacial, lo que implica 28 socios industriales en toda Europa.
POTENCIAL FUTURO
Así, la intención de la ESA es que las misiones tripuladas puedan llevar en un futuro una impresora 3D para asegurar la autosuficiencia completa de los tripulantes mientras vuelan a muchos meses o años de distancia de la Tierra. Cualquier artículo roto puede ser reemplazado rápidamente y fácilmente.
Del mismo modelo, explican que los satélites en el espacio podrían auto-imprimir nuevos subsistemas para proporcionar nuevas capacidades. Se podrían fabricar en órbita partes delicadas, evitando la necesidad de diseñar cargas de lanzamiento.
En cuanto a la Tierra, las posibilidades son igualmente importantes: se podría reducir la huella ambiental de la industria espacial, según ha concluido la ESA.http://www.europapress.es/
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