miércoles, 3 de julio de 2013

Los cohetes Protón-M vuelven a fallar y ponen seriamente en cuestión la industria espacial rusa

El historial de fracasos de la industria espacial rusa se vio incrementado ayer por la mañana después de que un cohete de la serie Protón-M se estrellase 28 segundos después de haber sido lanzado desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajstán), instalaciones que Rusia utiliza en régimen de arrendamiento.


Aunque cayó a unos dos kilómetros del centro de mando, no se han producido víctimas, pero se ha tenido que evacuar de urgencia a parte del personal de la base. Unas 500 toneladas de combustible altamente tóxico aún sin quemar han caído en una amplia zona.

El ingenio debería haber puesto en órbita tres satélites pertenecientes al sistema de posicionamiento GLONASS, el equivalente ruso del GPS estadounidense. Su destrucción va a suponer, según la agencia Interfax, pérdidas por valor de 4.400 millones de rublos (unos 105 millones de euros).

El lanzamiento fue ofrecido en directo por el canal “Rossía-24” y se vio perfectamente cómo el cohete perdía fuerza, se desviaba de su trayectoria, empezaba a desintegrarse en el aire y terminaba cayendo a tierra produciendo una enorme explosión y un cráter de casi 200 metros de diámetro. Al ver el inesperado cambio de rumbo, el presentador del espacio informativo afirmó que “parece que esto va a acabar en catástrofe”.

El portavoz de Roskosmos, la agencia espacial rusa, Alexéi Kuznetsov, ha declarado que el fallo está en los “propulsores de dirección”, pero no especificó por qué causa. También se ha informado de que el accidente obligará a suspender los lanzamientos desde Baikonur durante el tiempo que duren las labores de limpieza del territorio contaminado por el combustible, aproximadamente dos o tres meses. Las autoridades de Kazajstán se han quejado repetidamente a Rusia por utilizar combustible tóxico.

Crisis de la industria espacial
Por su parte, el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, ha exigido que le sea presentada la lista completa de las personas implicadas en el fallo del cohete. El director de la revista “Ezhednévni Zhurnal”, Alexánder Golts, sostiene que los continuos fracasos que sufre Rusia en el sector espacial “se deben a una crisis sistémica que atraviesa su industria y a la falta de profesionalidad de quienes la dirigen”.

Los cohetes Protón, que entraron en servicio en 2001, son en teoría capaces de poner en órbita pesos de hasta 23 toneladas. Desde que se utilizan han sufrido multitud de accidentes, prácticamente cada año desde 2006. Se perdieron otros satélites GLONASS, de comunicaciones y militares pertenecientes a Rusia, Japón, Arabia Saudí, Estados Unidos e Indonesia.

Otro importante catástrofe fue la sufrida en agosto de 2011 al estrellarse la nave de carga “Progress M-12M”, que transportaba en su interior efectos de importancia vital (víveres, agua, combustible y oxígeno) para la tripulación de la Estación Espacial Internacional (ISS). Lo sucedido alteró completamente la agenda de trabajo de los astronautas y tuvieron que apretarse el cinturón economizando alimentos y combustible hasta la llegada de otra nave. Se llegó a contemplar la posibilidad de una evacuación anticipada de la plataforma orbital.http://www.abc.es/ciencia/

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